SECRETOS

.CAPITULO 02.

El día que todo cambió no fue muy diferente a lo habitual, simplemente él apareció en mi círculo social y todo empezó a caer, no fue un golpe frío, fue un suceso que no pude controlar.

Ese día recogí mis cabellos en una gran coleta para trotar entre los pasillos de las instalaciones del instituto, tenía que llegar lo antes posible, ya que había perdido los diez minutos de tolerancia en la estación del bus y todo por no querer tomar el auto que tenía en casa. Al localizar mi aula aceleré el paso.

Era una mañana fría. Al llegar por fin a mi destino pude observar el desorden que había en el lugar y eso solo me indicó una cosa que no había una autoridad, que había corrido toda la universidad en vano. Así que busque a mis allegados entre todos los sujetos de la clase, recuerdo solo haber localizado a un par de ellos: Deyla y Marc me sonreían, pero el brillo de sus ojos era extraño, como si yo luciera mal.

Con desconfianza caminé hacia ellos dejando mi mochila en una banca junto a los sujetos, ellos me sonrieron para regalarme toda su atención.—llegué a tiempo— dije para por fin descansar en la banca y tomar un poco de aire.

—Es un alivio, creo que debes descansar mejor en las noches, es necesario— murmuró uno de estos para mostrarme un gesto comprensivo. —Debes comprarte una alarma, considérame, funcionan bien— accedí a cada una de sus ideas, ya que tenían razón, nunca había sido puntual con las clases y todo por no tener un conteo de las horas.

—¿Y los demás?— pregunté refiriéndome a Luc y Elián, los cuales eran mis allegados restantes, era muy extraño que estos no estuvieran en clase, al ser una universidad prestigiosa, todos querían no tener ningún inconveniente con los administradores por sus calificaciones.

—Luc se ha ido a su hogar porque ha nacido su sobrina y Elián está con el sujeto nuevo— accedí, Luc nos había comentado desde semanas anteriores que se iría esas fechas mientras que Elián... solo puedo decir que aquello marcó el inicio.

—¿Sujeto nuevo?— pregunté, debo aceptar que en algunas ocasiones me gustaba estar informada de cada suceso.

—Sí, es él, el que viene con Elián— avisó Marc, aquello me hizo girar, debía saber de quién se trataba... y entonces fue ahí donde lo vi por primera vez, un hombre de cabello ondulado, piel blanca, brazos fornidos, un buen cuerpo escultural, pero lo más notable era esa aura elegante, fue imposible no mirar sus acciones.

Ajeno a cualquier escenario y a todos nosotros, el desconocido se sentó al otro extremo de la clase, Elían estaba con él y parecía ser el único que lo conocía. Para mí aquello no fue extraño, ya que Elian era el que tenía más oportunidades de todos los alumnos, por lo que él nos había contado era hijo de unos accionistas, sin poder apartar la vista de ellos, pude notar que estos mantenían una conversación como si de negocios hablarán, eran del mismo círculo económico podía jurarlo.

—Deja de verlos— escupió de nuevo Marc, a lo cual sonreí para girar a verlos de nuevo, quería comentarles del parecido de aquel nuevo sujeto con un actor reconocido.

—¿Quién creen que tenga más dinero Elían o el sujeto?— cuestionó Deyla sin antes cruzar mejor sus piernas, sin mucha importancia alce los hombros.

—Tal vez Elián— informé para después prestar atención a la puerta donde aquel maestro preparado en su materia, entraba con aquella aura pesada.

[...]

—Deyla Roquer Ferreira— pronuncio con demasiada dificultad aquel profesor, era entendible, puesto que al igual que yo, Deyla no era británica cien por ciento.

—Presenté— respondió la morocha quien se encontraba detrás de mí, no puedo ocultarlo, era una clase complicada y todo por aquella poca flexibilidad del hombre tras el escritorio.

—¿Sigo yo?— pregunté a mi compañero de banquillo, el cual era Marc.

—Nicole Rosales Regente— mi apellido fue aún más complicado para el hombre, desde el principio del curso me lo había confirmado y parecía no importarle seguir haciéndolo. —Oh, discúlpeme señorita su apellido es un poco dificultoso— accedí sin poder responder nada más, su acción fue la misma, así que no necesitó mi presente para tomar mi asistencia.

—Y por último Clayrer Ratcliffe, quien es un nuevo alumno de las instalaciones y su compañero hasta el término del curso— el frío tomó mi cuerpo, por inercia giré a verlo sin ningún disimuló... >Ratcliffe—¿Y solo se miraron?— preguntó aquella psicóloga con curiosidad—¿Qué sucedió después de su discusión con el señor Rafcliffe?—<

—Ya debe imaginárselo… nada bueno—