—Oh por Dios, oh por Dios — Maddie jadeaba ruidosamente, mientras Milo la penetraba salvajemente —Milo — dijo llegando a su segundo orgasmo. Milo salió de ella y la giró poniendo a Maddie de cuatro y volvió a penetrarla con fuerza, haciendo que ambos cuerpos chocaran, ese sonido de sus cuerpos chocar y jadeos se extendían por todo la habitación. Mientras Milo la penetraba con una pasión desmedida, con sus manos frotaba el clítoris y con su boca se comía los labios de Maddie, eran solo mano y bocas, un tercer e increíble orgasmo llegó a Maddie y Milo no pudo resistir más, por lo que luego de dos embestidas más se vino dentro de ella. —Madison — dijo en un ronco jadeo mientras caía encima de ella. — Eso ha sido increíble cariño, me encantó estar dentro de ti, contigo, ha sido una exper