—Mi amor, tranquilízate, estoy aquí para protegerte y no voy a permitir que nadie te haga daño — dijo Jorge. —Muero si algo malo te pasa — dije abrazándolo fuerte. Nos abrazamos durante un largo rato, hasta que me calmé un poco. Jorge besó mi frente y me llevó a la cocina donde preparó un café. Después en un silencio total, empezamos a preparar algo ligero para desayunar. Yo notaba que estaba pensativo y preocupado, pero intentaba disimular sus sentimientos para que yo lo viera como mi apoyo y una persona fuerte. Así que decidí calmarme y andar con cuidado, pero no iba a dejar de vivir mi vida. No sabía quién me podía haber enviado esa amenaza… hasta pensé que posiblemente se habían equivocado porque en ningún momento le he quitado nada a nadie. —Sofy… amor, estaba pensando si quie