– ¿Y bien? ¿Ahora te quedaste muda? – pregunta Drake sonriéndome con picardía, luego él agacha la cabeza haciendo que nuestro labios se encuentren, besándome con ternura – No sabes las ganas que tenía de hacer esto – susurra él entre mis labios, lo miro sorprendida, mi corazón latía como loco. – ¿Cómo es posible? ¿Todo este tiempo fuiste tú? – pregunto mientras Drake se aleja de mí apoyando una de sus rodillas en el suelo mirándome a los ojos, sus ojos rojos se veían brillosos, él me sonríe mientras acaricia mi mejilla. – Así es… así que si confías en Azabache también estás confiando en mí – dice Drake haciendo que lo mire confundida, alejo su mano de mi rostro muy enojada mientras me levanto y me alejo de él. – ¡Si hubiera sabido que Azabache eras tú! Yo jamás… – digo muy alterada mien