CAPÍTULO CATORCE Sam marchó junto a Rexius, Samantha y Judas por la puerta de entrada hacia el palacio de Poncio Pilato. Seguidos por una docena de miembros de la cofradía de Rexius, todos vestidos de n***o, marcharon como un pequeño ejército hasta el centro de la plaza de piedra. Estaba oscuro, era tarde por la noche; antorchas a cada lado iluminaban la pasarela. Llegaron a una gran puerta arqueada, delante de la cual había una docena de soldados romanos. Para sorpresa de Sam, varios de los soldados tuvieron la osadía de dar un paso adelante y formar un muro para bloquearlos. Pero los vampiros siguieron marchando, sin ni siquiera hacer una pausa, mientras Rexius simplemente sonreía y levantaba una mano frente a su rostro. Sam vio como de repente los soldados se desplomaron y cayeron al