Al día siguiente, Zeynep se levantó para desayunar en la terraza, Kerem se sintió muy bien por ello cuando fue informado, sentía que Ayse era una buena compañía para su esposa, así que decidió que desde ese momento estaría solo a su servicio. —No, me niego rotundamente, esa chica pertenece al servicio de la casa, no está aquí para atenderla a ella exclusivamente. —A esa chica la han traído aquí sus padres, y han hablado conmigo, yo soy quién les pagó, y lo siento mucho madre, no le estoy pidiendo su autorización, le estoy avisando. —Por Alá, fue un gran error traer a esa mujer aquí, definitivamente te ha cambiado —dijo completamente alterada. —No, madre, me di cuenta de que estaba siendo injusto con ella, después de todo, tanto ella como yo, fuimos obligados a casarnos. —Alá me de fue