Brooke Pov: …Quizás…Es mi imaginación la que está volando muy lejos. Lo oigo suspirar y me suelta, pero no deja de mirarme con esa intensidad característica que siempre baña su semblante. —Así que, por favor, desde ahora confía más en mí ¿Sí?—me pide con voz firme, pero sonando amable, como una orden hecha de algodón de azúcar—No tienes porque enfrentar tus problemas sola, pues ya no estás sola. Ahí siempre estaré yo; puede que no siempre tenga la respuesta que necesitas o que malentiendas las cosas porque no me sé expresar, pero siempre estaré ahí para ti. En ese momento me domina un impulso y tomo su mano entre las mías. Sus manos son tan grandes y masculinas que hacen ver las mías como unas frágiles ramas que el viento puede romper en cualquier momento, pero algo que tienen las mano