LA OBSESIÓN DEL MAGNATE

DÉJATE LLEVAR

LUNA CÁRTER

El edificio en el que trabajo desde hace una semana ¡parece blindado! Tiene alta tecnología y mucha seguridad ¡no es para menos! Aquí se diseñan y producen las joyas más exclusivas del mundo!

          El jefe tiene otras inversiones pero este es el corazón de su imperio, quedo embelesada a veces viéndolo trabajar totalmente concentrado en su computadora dibujando las exquisitas piezas de joyería, jamás me había atraído este mundo, ¡pero al estar acá! comienzo a dejar volar mi imaginación, yo también estoy dibujando de a ratos.

Ha pasado una semana desde que mi madre esta internada y no presenta mejorías, mi hermano me escribe a todas horas en el trabajo y mi jefe me está me ha regañado –Las horas laborales no son para chatear con su novio. —

 —Lo siento, usted sabe un poco de mi situación por el Dr. Petrov, es mi hermano el que me llama, esta pequeño. — Justifico yo rápidamente

 —Mientras sea eficiente en su trabajo, puede responder. — Me autoriza él entrando a su oficina, ante una amargada y sorprendida Margareth (la secretaria)

 —Sinceramente por cosas más pequeñas el ogro ha despedido a muchas ¡no sé que ve en ti!. — murmura casi para sí.

 —¡No conozco a nadie!, porque los que trabajamos en este piso con él jefe tenemos entrada independiente y cero contacto con el resto, ¡todo contacto se hace por medios digitales e impersonales! todo es tan frio.

 —Hola soy Cristina. — Se presenta ante mí una chica rubia muy hermosa extendiéndome su mano.

 —Mucho gusto. — Respondo mientras le estrecho la suya

 —Menos charla y más acción, el jefe necesita su agenda. —Me apura Margareth con el rostro como que comió limón.

 —Lo siento  —Le digo a la chica mientras le doy la espalda para llevarle el trabajo a mi jefe.

 —Adams es tan cuadrado. — Dice la chica riendo mientras ingresa conmigo a la oficina del jefe

 —Hola, me extrañaste querido. — Dice ella abrazándolo de forma efusiva, el se queda sin responder al abrazo ni al saludo.

 —¿Qué haces aquí? — indaga serio viéndola a la cara, ella no se intimida, parece estar acostumbrada a su forma de ser

 —Vengo a entregarte, la invitación a mi boda ¡Cris me tiene harta!, Quiere una boda por la iglesia— Dice rodando los ojos de forma exagerada y graciosa.

 —¿Para dos? No tengo con quien ir — Le responde él

 —Peter no todo es trabajo, puedes ir con ella. — Dice muy fresca señalándome.

 —Al parecer falta mucho para eso — menciona él negando

 —Solo son seis meses, un mes después que nazca mí bebe. — Dice ella con un sonrisa traviesa y yo estoy muda viéndolo interactuar como un ser humano, es tan perfecto ¡parece un ciborg!

 —Luna ¿te gustaría ir con tu jefe a mi boda?. — Pregunta la joven como si fuésemos amigas de toda la vida.

 —Si él jefe accede. — Evado yo.

 —Si  —dice él viéndome fijamente ¡parece que traspasa mi alma!, me deja temblorosa cada vez que me ve, no  sé qué me pasa, jamás me he sentido así con una mirada o la cercanía de otra persona.

 —Ella nos ve y sonríe ampliamente —Yo pensé que no tenias sentimientos guapo. — Le dice y yo no entiendo nada.

 —Su agenda señor Adams ¿desea algo más? — Le entrego en sus manos, nerviosa.

 —No sabe cuántas cosas señorita Carter — murmura con su voz grave haciéndome erizar.

 —Su deseos son ordenes — Le respondo sin pensar en donde me metí, provocando una sonrisa maliciosa en su rostro.

La jornada de trabajo termina y paso por el hospital donde se encuentra mi madre, está en el jardín y ve a la nada

 —Hola — La saludo y ella no voltea a verme

 —Hoy comenzó a ir Adrien de nuevo a la escuela — Le comento

 —Sabes tú no eres ninguna inútil, te necesito ¡nada es igual sin ti — confieso desesperada por su falta de respuesta.

 Sigue viendo a la nada, pero una lagrima rueda por su mejilla —Perdóname. — Sollozo mientras tomo sus manos entre las mias ¡parece que estuviera muda.

 —Te juro que ese día, que te tomaste las pastillas, no sabia que hacer, tome las que quedaban y comencé a vagar sin rumbo. — Tomo una bocanada de aire para continuar ¡me es difícil para mi

Tal cual un monologo continuo — Vague sin rumbo, entre a ese club a perderme en el alcohol, ¡Ya había perdido la esperanza!, una chicas discutían que podían conseguir mucho dinero esa noche, por sexo y que había alguien con mucho dinero en el lugar. Trago grueso antes de continuar — Le ofrecí sexo y lo estafe, por eso comenzó a enviarme las fotos y notas. — le cuento esta vez con la voz quebrada.

La miro y parece que su mente no está aquí –Lo siento señorita, la medicación que se le está colocando puede desconectarla de la realidad. — Me dice la enfermera que la está atendiendo.

 —¿No me está escuchando?. — Le pregunto conociendo la respuesta al tiempo que ella solo niega.

 —¿Cuánto tiempo estará así? — Indago

 —El tiempo que determine el doctor. — Me dice con evidente lástima.

Voy a casa un poco desesperada, pero al llegar hago de tripas corazón y simulo estar perfectamente ante mi pequeño hermano.

 —¡Luna!. — Me saluda con un abrazo de oso Adrien

 —Hola ¿Cómo te fue en la escuela?. —

 —Bien pero me aburre no poder hacer deportes por un tiempo. —Me dice sincero

 —¿Nada mas? . —

 —Tengo que hacer un proyecto de ciencias para la semana que viene. — Me explica

 —Eso es interesante ¿De que trata?. — Le pregunto interesada

 —De robótica. — Me dice él emocionado, recordándome que he comparado en mis pensamientos a mi jefe con un ciborg.

Pasan varios meses y poco a poco mi jefe invade cada uno de mis pensamientos y mis sueños, mi madre tarda mucho en recuperarse.

Seis meses exactamente pasan para que mi madre regrese a la casa, ya está divorciada, mi padre aprovecho la situación para separarse legalmente, yo la recojo y tomo la dirección hasta nuestro nuevo hogar un apartamento con tres habitaciones.

 —A donde vamos?. — Pregunta curiosa, esta hermosa su semblante ha cambiado.

 —A nuestra nueva casa. —Le digo firme

 —¿Que paso con nuestra casa?. — Pregunta extrañada viendo que vamos en dirección opuesta.

 —No sé cómo decirte esto. — Confieso viéndola a la cara.

 —Estoy lista, para recibir cualquier noticia. —Responde mostrando seguridad yo tengo miedo que esto la afecte.

 —Estas divorciada legalmente y los bienes se dividieron, el pago el costo de tu parte y compramos un lugar pequeño para los tres. — Le cuento, tomando sus manos entre las mía, ella asiente

 —Es mejor así, vida nueva, lugar nuevo. — Me dice, con optimismo

Suspiro profundo al escuchar su respuesta ¡ya casi estamos libres de deudas y he guardado algo para Alex, últimamente me envía flores y también joyas preciosas ¡tengo miedo!.

No lo he denunciado a las autoridades pero empezaron a llegar fotos nuevas y no de esa noche…

Fotos en la oficina y fuera de ella ¿Cuáles son sus alcances?llegan acompañadas  con notas como: >

No me ha tocado, físicamente pero mentalmente considero que está bastante desequilibrado, para hacer todo lo que está haciendo ¡Esto es una pesadilla!.

Si esto continua la próxima en estar encerrada en el psiquiátrico seré yo definitivamente.

Esta noche es la boda a la cual me invito Cristina, en estos seis meses he conocido un grupo pequeño de los amigos del jefe, dos hermanos y su mamá, he conocido varias partes del mundo, porque he tenido que viajar con él y acompañarlo a lugares increíbles a donde en ocasiones ha presentado sus creaciones: Paris, Milán, Islas Griegas, New york. ¡Todos viajes rápidos! Gracias a Dios no me gusta dejar a Adrien con una niñera, ¡pero con mi madre recuperada las cosas serán diferentes! Creo.

El jefe me envía la ropa que debo usar un vestido  rojo, de  escote corazón y una abertura lateral en la pierna, es super ajustado y se ve revelador ¡no parezco yo!

Zapatos tacón de aguja y una cadena  con una perla que cae justamente entre mis pechos.

El jefe envió a una chica a maquillarme se llama Chantal y mi mama observa embelesada el proceso.

 —¿Te atrae este mundo?. — Le pregunta curiosa, la chica a mi madre quien se sonroja furiosamente.

 —Estoy mayor para eso. — Murmura.

 —¿Qué edad tienes querida? — Indaga Chantal concentrada en mi maquillaje

 —39 — Le confiesa mi madre

 —O por Dios eres muy joven, creo que necesitas consentirte de vez en cuando. — Dice sincera la chica, terminando al fin el proceso ¡no puedo creer lo que veo! Me veo extraordinaria.

 —Tengo tiempo libre, quisiera maquillarte a ti. — Le dice ella a mi madre y yo me quedo observando mientras transforma a mi madre y no puedo ver el proceso completo ¡porque tocan a la puerta sé es mi jefe! Y tengo el estomago contraído de la emoción, su cercanía me afecta demasiado, estoy literalmente loca por él y él ni cuenta se da.

La boda es en un salón muy íntimo y está decorado romántico con rosas rojas y velas todo en blanco

Cuando llega la novia, parece un angel, es preciosa, lleva un vestido corte princesa se lo eleva un poco para caminar y revela unos tenis ¡nadie parece sorprendido! Solo falto Alex menciona Marco haciéndome erizar negativamente ante el nombre de mi acosador, todos bailan y mi jefe me ofrece su mano al tocarme me estremezco, mi cuerpo siempre reacciona a su contacto,¡ él no parece afectado ! Jamás lo hace, tomamos un par de copas a veces nuestras miradas chocan y el valor que me da el alcohol y sentirme bella gracias al maquillaje le sostengo la mirada.

Me estrecha entre sus brazos y siento mi cuerpo derretirse ante su toque bailamos un par de piezas ¡es excelente bailarín! Me lleva con seguridad por la pista van cambiando el ritmo de la música y llegan a reggaetón, me contoneo provocativa y es que su toque me tiene excitada, bailo de espaldas presionando mi trasero a su pelvis, el también se suelta y una mano presiona mi vientre manteniéndome en una posición muy intima ¡estoy húmeda!, no sé en qué momento me saco del salón me presiona contra una columna dándome la vuelta rápidamente.

Abro mi boca sorprendida y el aprovecha para besarme, respondo con la misma intensidad y el mete su mano por la abertura de la falda del vestido y comienza a acariciarme sobre la ropa interior estoy empapada.

 —Vámonos — Susurra y yo solo asiento tímidamente a lo que el sonríe perverso por segunda vez en mi presencia

Me subo a su auto pensando ¡esto es una locura! Pero quiero hacerlo, ya voy a cumplir 23 años y con el no siento miedo ni traumas, fui atacada por un exnovio cuando tenia 15 años y por poco logra violarme, por esta razón me visto como me visto y jamás sentí deseo antes de conocer a mi jefe, es conduce rápidamente pero manteniendo la  expresión fría que lo caracteriza.

Maneja con una mano y la otra acaricia mis piernas aprovechando la abertura del vestido, respiro rápidamente ¡siento que mi corazón va a salirse de mi pecho!, no me hablo de amor¡pero quiero que mi primera vez sea con él! Lo sueño desde hace mucho tiempo…

 llegamos a su Penhouse he estado aquí antes por trabajo, cuando estamos subiendo dice — Esto no cambiara nada en el trabajo ok — dice quitándose la corbata a lo que yo solo niego, tengo esta tensión s****l acumulada en mi vientre bajo.

 —Va a hacer lo que te diga — Me dice en voz baja atacándome el cuello a besos mientras subimos por el ascensor — y yo solo asiento presa de las sensaciones que provoca en mí –Ahhh.— Gimo ante todo lo que está provocando en mi.

Me da la vuelta me ata las manos a la espalda con su corbata.

Me hace entrar a su casa y apenas entramos, se inclina acaricia mis piernas ¡casi no me sostienen! toma el vestido desde abajo y lo rompe dejándome totalmente expuesta ¡solo tengo unas diminutas bragas rojas y los tacones

 —Deliciosa. — Dice poniéndose de rodillas  y comenzando a bajar las empapadas bragas

 —Ahhhhh.  —Suelto yo al primer lengüetazo

Estoy desesperada quiero tocarlo, su lengua y sus dedos en los lugares apropiadas me llevan a las estrellas rápidamente, grito de forma escandalosa ante el primer orgasmo de mi vida.

 Me pone de rodillas sobre el sofá y desde atrás acaricia mi clítoris volviéndome loca, escucho el cierre de su pantalón y yo levanto mi trasero ofreciéndome a él, que hace bajar mi torso con el trasero elevado siento el contacto de su pene acariciándome desde atrás por ¡toda la raja! Estoy enloquecida por el deseo — Por favor. — Le pido exigiendo que me penetre ya.

De una sola estocada profunda arrebata mi virginidad, a lo que yo solo grito de dolor intentando separarme de él.

 —ahhh. — Lo escucho gemir de placer mientras mis lágrimas a causa del dolor comienzan a rodar por mis mejillas, ¡siento que me rompió por dentro!, es demasiado doloroso como para disfrutarlo.

Continúa moviéndose en forma constante, y siento ¡que cada vez llega más profundo! ¿de qué tamaño será esa cosa?

—Me dueleeee.— Gimoteo y el sigue como si nada presionando mi clítoris, las sensación de placer aparece de nuevo, no sé si quiero que se detenga, o que siga…

Me siento tan llena—O Dios— Susurro comenzando a mover mi pelvis, soy esclava de todas las sensaciones que provoca en mi cuerpo.

PETER ADAMS

Su cuerpo me recibe, como un guante ¿Cómo es posible que ella fuese virgen? Si yo la vi esa noche irse con Alex, bombeo a un ritmo constante esta tan apretada que no entro por completo en ella, ¡es el mejor sexo de mi vida!, me enloquece su estrechez.

Mis manos van adelante una magreando sus preciosas tetas ¡que por estúpido no he chupado! Y otras acariciando el clítoris que palpita y crece aun mas entre mis dedos

Las paredes de su v****a se contraen haciéndome alucinar  puedo ver como entro en ella esta postura se me antoja demasiado erótica, sus nalgas blancas y redondas reciben cada una de mis penetraciones, comienza a moverse en forma circular presa de las sensaciones por la forma en el palpita su v****a alrededor de mi m*****o se que está cerca de un orgasmo.

Entro y salgo de ella una y otra vez y cada vez logro penetrarla mas profundo

 —ahí siiiiiiiiii — escucho sus balbuceos, mientras se libera de forma escandalosa por medio de un squirt

 —O Dios, perdón — murmura apenada por la evidencia de su placer

 —No tienes nada de qué avergonzarte — Le digo con la voz quebrada y ronca por la lujuria.

 —Tu cuerpo, me fascina. — Le confieso mientras salgo de ella y la volteo ella me ve y se queda observando mi pene

 —¿Te gusta le pregunto?. —

 —Es enorme. — Dice embelesada enviando mi ego a las nubes, la abrazo liberando sus manos e inmediatamente se trasladan  a mi marcado abdomen.

 —Jefe usted es hermoso. — Confiesa con las mejillas totalmente rojas

 —Tú tienes el cuerpo más perfecto que he tocado. — Le confieso

 —Mentiroso. — Dice mientras la levanto ente mis brazos y la llevo a mi habitación

Continuamos, llevando a cabo muchas de mis fantasías, pero en esta ocasión la realidad supero con creces mis más oscuros deseos, debo continuar con mis planes porque yo la quiero absolutamente rendida ante mí.