LA OBSESIÓN DEL MAGNATE

MÍRAME…COMIENZO DE UNA OBSESIÓN

Luna Cárter 

     Estoy en Moscú, ya estamos en la clínica y comienzan todos los preparativos para la operación necesaria de mi hermano, los exámenes que la han realizado señalan que debe hacerse lo más pronto posible, pero deben prepararlo para que soporte dicha intervención.

     Estoy muy nerviosa, entro a su habitación, y le doy ánimos, pero no puedo pasar tanto tiempo como quiero a su lado, ya que los médicos recomiendan que descanse, ¡todos estamos fatigados! Esto es una presión increíble, ¡no tengo, el dinero suficiente para costear la cirugía!

     Salgo de la habitación, sumergida en mis pensamientos y me tropiezo con un hombre joven — Lo siento. — Le digo sin apenas verlo, estoy tan preocupada por tantas cosas que apenas me doy cuenta de lo que pasa a mí alrededor.

      —Mi madre solo llora desesperándome aún mas… no tiene idea que el dinero no me alcanza, ¡cree que mi papá nos está enviando algo!, no le digo nada no quiero discutir con ella de nuevo por un hombre que no la ha valorado nunca y para él que no valemos nada, está haciendo su vida como siempre quiso.

     Sé que mi padre, tiene otra familia es un secreto a voces, mi madre jamás quiso confrontarlo y se ha conformado con las migajas, voy por un café, que venden en el mismo hospital ¡estoy tan desesperada! Mi hermanito es solo un niño, se que alguien me observa mientras tomo mi café. Debe ser por las lágrimas que ruedan sin y a permiso por mi rostro, ¡no voy a permitir que mi hermanito se muera! Lo que no se es de donde voy a sacar tanto dinero.

     La operación está programada para el fin de semana, si no hay dinero ¡no se realiza! Necesito 40000mil dólares, la operación es más costosa aún pero un benefactor del hospital visito a mi hermano mientras yo fui al hotel a bañarme, hablo con mi hermanito de su caso y cubrió 60% de sus gastos médicos, mi hermano me dijo que se llamaba Peter, quisiera agradecerle pero no ha venido más.

     Tengo los ojos llenos de lágrimas, se me acerca un caballero y me ofrece un pañuelo ¿Quién usa pañuelos en estos días? –Gracias. — le digo sorbiendo mis mocos, ¡estoy hecha un desastre!

 —No se preocupe. — Me dice con voz suave y ronca, me hace erizar ¡levanto mi cara para verlo pero es inútil! Las lágrimas nublan mi visión.

Le intento devolver el pañuelo —Puedes quedártelo. — Susurra.

¡Debe estar asqueado! Por mis mocos pegados —Gracias. —Murmuro con pena.

   —No te preocupes, preciosa — Dice mientras sigue su camino, logro distinguir su trasero ¡y qué trasero!, debo enfocarme no vine acá a ligar, vine a salvar a mi hermano y voy a hacerlo al costo que sea.

Mi madre está en la sala de espera, yo le entrego un café, sus ojos están rojos

 —Tu padre no me responde. — Me informa marcando al número celular de mi padre y yo pienso por dentro de mí y no lo va a hacer…

 —Me siento tan sola. — Murmura

 —Yo estoy contigo. — La abrazo con lástima.

 —¿Porque tuvo que pasarle a él?. — Solloza viéndome

 —No le va a pasar nada. — La consuelo yo.

 —Ni parir, supe hacer. — Se queja ella

 —Basta, no somos defectuosos, ni nada de lo que mi padre ha programado en tú cabeza ¿entiendes? — Pregunto obstinada

 —Por mi culpa, mi hijo nació enfermo. —

 — ¿Qué evidencias tienes de eso? — Pregunto molesta

 —Es genético, me lo dijo él medico. — Asegura con convicción ella

 — ¿Y porque piensas que es tu culpa? — Pregunto nuevamente intentando que entre en razón

 —Yo soy la débil ¿De dónde más saldría así? — Dice llorosa

 —A él lo hicieron dos, esta situación en la que te haces víctima, y una mártir, me tiene enferma — le digo rabiosa de su falta de acción

 —Estarían mejor sin mí .— Murmura

 — ¡Me tienes harta!, me encantaría que fueses diferente, ¡que te des cuenta que puedes hacer cosas por ti!. — le digo estallando, estamos bajo mucha presión

Ella rompe en llanto,  —Lo siento, no debí hablarte así. — Le digo apenada

 —No tienes que disculparte, yo no he querido dejar a Joseph aunque sé que dejo de quererme hace mucho tiempo. — Me dice ella viendo a la nada

 — ¿Tu lo sabías? — Le pregunto con lástima

 —Sé que nadie, va a querer un esperpento como yo. — Me dice segura.

 —Porque dices eso, yo te amo. — Le reprocho.

 —Soy inútil, todo lo hago mal ¿Te das cuenta?. —Me responde viéndome por primera vez desde que empezamos a hablar, mi madre casi no me ve a los ojos siempre anda con la mirada al suelo, con expresión triste y cansada.

 —Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, debes aprender a amarte .— Le animo tomando su rostro entre mis manos.

 —Si mi hijo muere, yo quiero morirme también. — Me contesta, entre sollozos

 —No voy a permitir que muera, haré lo necesario para que él viva — le informo con seguridad que estoy lejos de sentir.

Cierro mis ojos, y en mi mente comienzo a orar por un milagro:>

 —Señorita, Luna su madre se desmayo, tuvimos que colocarle un calmante. — Me informa una enfermera.

 —Gracias ¿Dónde está?. — Le respondo, asustada

 —Sígame, el momento que atraviesan es muy difícil de afrontar y más aun con la evidente depresión que sufre su madre. — Me aclara ella.

 — ¿Mi madre está deprimida? .—

 —La gente a veces no sé da cuenta lo que sucede en sus familiares, en este momento está dormida, pero el psicólogo que la vio necesita hablar urgente con usted. —

Todo me parece tan irreal, toca la puerta ella y escucho –Adelante. —

 —Un señor mayor me recibe ¿en qué momento la diagnostico? Me pregunto yo.

 —Señorita Carter. — Me pregunta él

 —Si soy yo. —Respondo desconcertada

 —Soy el Doctor Damon Petrov. — Me notifica.

 —Me puede decir ¿Qué sucede con mi mamá? .— Cuestiono asustada ¡esto parece serio!.

 —La situación familiar que están atravesando es muy difícil, incluso después de la operación debe estar vigilante del proceso de recuperación de su hermano y tratar a su madre con la ayuda psicológica que ella necesita. —

 — ¿De qué habla exactamente? .—Pregunto algo pérdida.

 —Su madre, tiene problemas de depresión ocasionados, por su baja autoestima y además ha sido diagnosticada con un grave trastorno de dependencia emocional por su actual esposo, su relación no es sana y la está dañando aún más, debe estar bajo observación constante, cuando valla a su país debe ser hospitalizada para su tratamiento psicológico, ya que puede tener tendencias suicidas y también debe ser medicada. —

 — ¡Estoy impresionada!, sabía que estaba mal ¡no pensé que tanto! .— Murmuro, sorprendida.

 —Su hermano también requerirá cuidados especiales. — Me aclara con lastima evidente.

 —Oh Dios mío ¿Qué voy a hacer? — Digo en Ingles sujetando mi cabeza.

 —No la entiendo. — Dice el Dr. Petrov en ruso

 —Tengo un amigo en Estados Unidos que puede darte un trabajo bueno y bien pagado, sé que no cuentas ahora con los recursos para asumir todas tus responsabilidades. — Me dice entregándome una tarjeta negra con letras doradas.

"Peter Adams y su número de teléfono"

 —Gracias. — Le respondo

 —Lo que necesites, también puedes llamarme. — me dice entregándome su tarjeta personal en el mismo estilo.

DOCTOR DAMON PETROV

—No me vuelvo a prestar para esto, va contra mi ética. —  Le digo a mi primo que sale de la oficina de al lado donde escuchaba toda la conversación.

 —Solo la estoy ayudando. — Me dice descarado Peter

 —Sé, que no es así, a mi no me puedes engañar soy tu primo. —

 —No le haré, ningún daño lo sabes. —Me dice él

 —No, no lo sé. —Le digo con franqueza

 —A mi lado no tendrá, más carencias. — Me dice él

 —Estas forzando la situación, la estas manipulando, eso es enfermizo — Le digo molesto y arrepentido de haberme prestado para eso.

 — ¿No crees en el amor a primera vista? — Pregunta sin expresión como siempre.

 —Creo en obsesión a primera vista, esto no va a terminar bien, me arrepiento de haberte ayudado en esto. — Le comunico.

 —Te llevaras una buena tajada “por esta ayuda”. — Me dice él con descaro.

 —No me, des nada. — digo arrepentido.

 —No seas orgulloso, tu investigación necesita los recursos y además no le mentiste con los diagnostico de su familia. —

 —Es mucha presión, para ella. — Admito yo

 —Ya te dije que a mi lado, nada le faltara .— Me dice él, la vio desde que ella  llego al hospital , él estaba visitándome, somos primos y él es el principal benefactor de la clínica, a partir de ese momento, conoce ya los detalles mas mínimos de la vida de la chica, la mando a investigar y además la están siguiendo por orden suya, sé que eso es enfermizo y ahora me preocupan los dos...