Narra Karen
No tengas pensamientos sucios sobre el jefe, no tengas pensamientos sucios sobre el jefe, no tengas pensamientos sucios sobre el jefe... Seguí cantándolo dentro de mi cabeza mientras entré a su oficina el miércoles por la mañana. Habíamos trabajado juntos durante dos días enteros, y solo lo había imaginado quitándose el traje y desabrochando esos botones de su camisa una o dos veces.
Bueno, tal vez tres o cuatro veces. Una hora.
Me dije a mí misma que había pasado demasiado tiempo desde que había tenido sexo, e incluso eso apenas calificaba ya que nunca pude cruzar la línea de meta sin ayudarme a mí misma mientras Neil limpiaba. Sin embargo, incluso entonces, no era como si el sexo alguna vez hubiera sido una gran parte de mi vida. A menos que se cuenten mis gustos novelesco
