Faltan 15 para las 8 y yo ya estoy fuera del complejo de departamentos de Sebastián, me sudan las manos como si esta fuera mi primera cita. ¿Es una cita?
Sea lo que sea, estoy contento de estar con él por fin, por lo menos haberlo hablado y ver que estamos casi en la misma página.
Espero que vaya todo bien
Un golpecito en la ventana me sacó de mis pensamientos y ahí está, la cara más hermosa sonriendome.
Bajo el vidrio y pregunto
-si?
-estaba esperando a un rubio guapo que venía a recogerme para una cita y estás en su lugar.
Me dice sonriendo
No se me escapó que me llamó guapo y que tenemos una cita
-quieres salir conmigo en su lugar?
Le pregunto haciéndome el galán
Pone su dedo en la barbilla y mira estudiándome por un minuto. Sus ojos brillan
-si me besas voy contigo. Me dice como desafiandome
Con mi mano fuera lo atraigo hacia mí agarrando su camisa por el pecho y le doy un beso apasionado por la ventanilla de la camioneta. Cuando es obvio que necesitamos respirar terminamos el beso y el brillo en sus ojos casi me marea.
-Vienes?
En un parpadeo estaba sentado a mi lado abrochándose el cinturón de seguridad.
-Hola Nick, me dice una vez ubicado
-hola bombón, le digo a cambio
Veo como se sonroja y me derrito
El camino al bar no lleva más de 10 minutos y conduje en un silencio tranquilo, estábamos bien.
Si él estaba nervioso no lo demostró
Cuando estaciono la camioneta lo noto mirar para todos lados, los autos de los demás se veían a ambos lados de la calle.
-va a estar todo bien Sebas, no tienes que hacer nada que no quieras. Lo tranquilizo
-solo estaba pensando en que hace mucho tiempo no tengo una cita, me dice sonriendo y continúa, -y una cita con tantos chaperones se ríe mas fuerte
-si lo pensé también
Entramos al bar y está repleto de gente, veo caras conocidas al fondo, habían juntado algunas mesas y parecía que ya estaban todos. Al acercarnos saludamos, le doy un abrazo a Lucio y le deseo feliz cumpleaños, lo mismo hace Sebastián.
Alguien nos da vasos con cerveza y nos sentamos en dos sillas vacías que sospechosamente estaban juntas.
Lucio me guiña un ojo mientras se ríe de algo que los chicos decían.
La noche va bien, de vez en cuando nuestras rodillas se rozan o nuestras manos se encuentran, y nadie parece reaccionar. Sebastián medio achispado se acerca mucho a mí y casi en un grito por la música alta me dice
-voy al baño guapo, tanta cerveza me va a explotar la panza
Le Sonrió dándole un apretón a su mano que descansaba en mi pierna
El portero del equipo, un tipo grande y con rulos me guiña y me hace señas para que lo siga al baño, miro al rededor de las mesas y casi todos estaban viéndome, incómodo me levanto y con una sonrisa voy en busca de Sebastián