Bervely despertó al sentir unas manos en la frente. Sin saber lo que sucedía, lo tomó aplicando algo de fuerza.
- Tranquila, doctora Hoftadter. – dijo el doctor que la atendía.
Bervely lo observó y se tranquilizó al leer su credencial de presentación “Doctor Marrison”.
- ¿Qué sucedió? – preguntó, entendiendo que era de noche.
- El hospital en el que trabajabas fue el epicentro de un gran disturbio. Las llamas los abrazaron. – respondió el hombre mientras la revisaba. – estás bien. No tienes quemaduras ni golpes. Sólo te desmayaste por el humo, podrás irte hoy mismo.
- Pavel, ¿Cómo está él? – preguntó Bervely de inmediato al recordar lo sucedido y que él fue quien la salvó de una muerte segura.
- Tiene el hombro dislocado y quemaduras de segundo grado en el brazo izquierdo. En c
