Capitulo 5
1106 Words
Larissa
Definitivamente estoy rodeada de locos, primero el pelinegro con sus preguntas fuera de lugar y ahora este chico rubio
De dónde demonios saca que tengo poderes, me dice humana como si él fuera un extraterrestre, lo cual es extraño por eso prefiero seguirle el juego y contestarle como si de verdad el no fuera humano
Justo ahora me siento como una pequeña presa que será devorada por su cazador en cualquier momento, el me mira como si quisiera comerme y lo que es aun peor, su perfume de chocolate huele realmente bien, me preguntó ¿dónde lo comprará?
- ¿Y sobre los poderes de manipulación de la mente?- pregunta
Dios pero que chico más insistente
- Chico, como te hago entender que yo no tengo poderes, soy una persona común y corriente- digo ya frustrada
Lo veo sonreír ante mis palabras lo cual me preocupa
- Claro que entiendo tus palabras, el problema es que no te creo- dice el
Yo abro mi boca como pez, pues si el no quiere creerme como demonios saldré de aquí
- Por favor, yo no tengo porque mentirte, además no se ni quien eres, yo solo quiero largarme de aquí- digo ya molesta
El iba a refutar pero unos toques en la puerta nos interrumpe, lo veo resoplar con fastidio mientras se aleja de mi un poco
- Adelante- dice el
- Dec, la chica humana escapó de la celda- dice el mismo pelinegro
- No escapó, está aquí- dice el rubio mientras me señala
- Mierda, cómo rayos llegó aquí, será que tiene el poder de teletransportarse- dice el pelinegro
Yo ruedo mis ojos por su insistencia en los poderes
- Saben que, ya me tienen hasta el gorro con sus cosas de poderes y de humanos, no se porque preguntan tanta estupidez si son humanos igual que yo, pero al diablo, yo me largo- digo ya furiosa pasando junto al rubio y el pelinegro quienes me miran asombrados por mi arrebato
Yo camino por el mismo pasillo donde el rubio me trajo y bajo las escaleras hasta llegar a la primera planta, observo las enormes puertas y sonrió pues estoy a unos pasos de mi libertad
Pero mi sonrisa desaparece al sentir una mano en mi brazo girándome bruscamente
- ¿Que demonios hacen tu aquí, quien te dejo salir del calabozo?- pregunta la misma peliroja arrogante de ayer
- Suéltame, si quieres saber pregúntale el rubio que me trajo aquí, que creo se llama Dec o así le dicen no lo sé, pero yo me largo- digo soltando mi brazo de su agarre
Camino hasta la puerta pero nuevamente otro agarre me detiene yo cierro mis ojos fuertemente porque se que no es la peliroja, su perfume de chocolate lo siento muy cerca de mi
- ¿A dónde crees que vas pequeña?- pregunta el
Yo giro encarandolo, la peliroja nos mira molesta
- Suéltame, ya les dije a todos que me voy, así que dejame ir, además a la distancia se nota que a tu novia no le agrado ni un poquito- digo intentando quitar su mano de mi brazo
El rubio mira a la peliroja quien sigue molesta
- ¿Porque la trajiste aquí?- le indaga ella
- Mira Nellie, creo que no tengo porque darte explicaciones- dice el rubio fríamente y por su tono se que está enfadado
El comienza a tirar de mi brazo obligandome a caminar de regreso a las escaleras
- Suéltame, no pienso subir nuevamente y mucho menos ir contigo- digo resistiendome
Lo escucho resoplar con cansancio de repente siento que me levanta por los aires y me carga como un costal de papas
- Que haces, Bájame- digo mientras pataleo y le doy de manazos pero el solo me ignora
¿Será posible que no sienta dolor?
Mientras me cuestiono esto, veo que el se dirije nuevamente hasta la habitacion dónde me deja en el suelo, intento correr el dirección a la puerta pero el me detiene cuando habla
- Puedes intentar salir de aquí si quieres, pero creeme que te atrapare igualmente- dice el
Yo observo la oscuridad de la noche y se que puedo hacerlo, no creo que pueda ver en la oscuridad, hace una hora cuando me atrapó aún estaba claro y el sol apenas se estaba ocultando
- Está vez no me atraparas- digo confiada
El sonríe y niega
- Hazlo entonces- dice mientras señala hacia la puerta
Yo no lo pienso dos veces para echarme a correr, bajo lo más rápido que puedo las escaleras y abro la puerta principal, salgo lo más rápido que puedo y corro hacia el enorme bosque
Todo está en completa oscuridad, solo la luz de la luna me acompaña, trato de orientarme y corro en la dirección que veo más probable de ser la salida
Luego de varios minutos corriendo por el enorme bosque, escucho unas fuertes pisadas detrás, por lo fuerte que se escuchan se que no es una persona por lo que aceleró el paso
Pero en el siguiente instante veo un enorme lobo de casi dos metros y medio parado frente a mi
Abro mis ojos sorprendida pues los lobos que comúnmente uno conoce no llegan ni a un metro, de dónde salió esa cosa
El lobo me rodea como un cazador, mi corazón late desenfrenado, estoy segura de que será mi fin, el lobo me olfatea y luego gruñe con lo que creo que es satisfacción
Llama mi atención que el color de su pelaje como dorado, o al menos así se ve ante la luz de la luna
De repente veo como el lobo cambia y en el siguiente segundo es el chico rubio, mi mente se queda en blanco procesando lo que acabo de ver
¿De verdad ese enorme loco acaba de transformarse en ese chico?
- Tu.. tu.. co.. como es que- digo a medias
- Te dijimos desde el principio que no somos humanos, pensé que ya habías deducido que somos hombres lobo- dice el con arrogancia
- Eso es imposible, eso no existe, son solo cuentos fantasiosos que se le inventan a los niños- digo aún incrédula
- Mírame pequeña, somos reales, muy reales, así como tú lo eres- dice el
- Eso.. eso es imposible- digo más para mí que para el
El se acerca a mi y toma mi mano
- Claro que es posible, sienteme soy real- dice el
Yo lo miro sin saber que hacer, este nuevo descubrimiento complica mi plan de escape, no solo porque estoy en desventaja si no porque algo en el está empezando a llamar mi atención...
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