Este vestido era el indicado. Odiaba ir de compras y odiaba cómo siempre me veía tan común con todo lo que me ponía, pero mientras me quedaba mirando en el espejo del probador, este era perfecto. Se ajustaba a cada curva perfecta que ni siquiera sabía que tenía. Realmente me sentía deslumbrante con este vestido. Apenas podía creerlo cuando me volteé a mirarme. Claire me miraba con las manos sobre la boca. —¿Quieres mostrarle lo hermosa que te ves con este? La miré en el reflejo del espejo otra vez y asentí con la cabeza. —Sí, creo que sí. ¿Crees que le gustará? —¿Le gustará? ¡Le va a encantar porque te ves absolutamente deslumbrante! ¡Se va a quedar baboso contigo! Si no le gusta, lo abofetearé —Ella se rió. —¡Claire! ¡Él es un príncipe! ¡No puedes hacer eso! Él te cortará la cabez