“La paradoja del amor es ser uno mismo, sin dejar de ser dos”
Erich Fromm
Los meses transcurrieron con sus altas y sus bajas, pero siempre prevalecía nuestro amor, por encima de esas dificultades.
Cuando se aproximaban los fines se semana y él debía ir a visitar a sus hijos, todo se complicaba porque yo sabía que Bianca, aunque hubiese decidido dejarlo, lo amaba también, y haría lo que fuera por estar con él. Eso generaba fricción entre nosotros, sobre todo cuando yo le escribía y se diltaba en responderme.
En ocasiones discutimos porque si estaba conmigo, su ex suegra lo llamaba con cualquier excusa para preguntarle algo que podía fácilmente resolverlo sin él. La idea era causar incomodidad en mí.
Si algo tengo muy claro, es que cuando se termina una relación, lo más conveniente e
