PV NATASHA
Hace seis meses me gradué y como regalo de graduación mis padres me compraron una editorial, ahora le dirijo y me encanta amo mi trabajo, amo leer, me encanta mi vida, mis amigos son los mejores, mis padres los más cariñosos, para ser completamente feliz sería tenerlo a él, a mi amor platónico, él ni bola me da, para el soy una niña, con constó un hola y adiós es lo mucho que hemos hablado, aunque es educado conmigo, se la clase de persona que es, aunque sé que en su trabajo es el mejor, es un mujeriego. Suspiro pesadamente tengo que sacarmelo de la cabeza como dice mi amigo Mathias, aunque solo él no me lo dice también Lara, Alonso, pero yo no lo escogí, ni lo elegí, yo no quería enamorarme de alguien como él. Si tan solo me dejara yo podría ayudarlo a cambiar, pero él nunca se fijaría en mí eso lo sé.
Unos golpes en mi oficina me sacan de mis pensamientos..
—Adelante
—Hola hermosa, ¿estás lista para irnos de fiesta??
—Si Mathias, muy lista, ¿los demás?
—Ya deben de ir para allá, solo que Lara se iba a cambiar a la casa de ella y Alonso pasaba por ella.
—Ok, yo también quiero ir a cambiarme a mi casa, y te toca llevarme porque tu quisiste pasar por mi y no pude traer mi carro.
—Yo encantado hermosa, ¿nos vamos?
—Si vamos.
Se que Mathias está enamorado de mí, él mismo me lo a dicho, siempre me a respetado y me trata como una princesa, me gustaría mucho corresponderle y juro que he tratado pero no puedo quitarme del corazón y la cabeza esos hermosos ojos azules, los cuales me hipnotizaron desde que tengo nueve años, de pequeños siempre fue muy atento conmigo, pero después que yo cumpli once se volvió insoportable, y con costos me saludaba y así sigue siendo hasta la fecha..
—Estás pensando en él, ¿verdad?
—No puedo evitarlo, Mathi, a veces no entiendo porque estoy enamorada de un mujeriego y patán como él.
—Tu sabes que aunque te he dicho que deberías olvidarlo ya que él no merece tu amor, también entiendo que enamorarse de la persona equivocada es horrible.
Bajo mi cabeza y miro mis dedos avergonzada, se que lo dice por mí, ya quiero llegar a casa porque está conversación no me gusta mucho.
—No quiero que te sientas mal, nunca me he arrepentido de estar enamorado de ti y lo sabes, ya que por lo menos tengo tu amistad y nos llevamos muy bién, pero en cambio hay gente como tú que sufren mucho por un amor imposible y yo no quiero eso para ti, yo quiero que seas feliz sea con quien sea.
Unas lágrimas salen de mis ojos, él es demasiado bueno, y el mejor amigo que podría tener..
—¡Hey no llores! Y vamos salgamos que ya llegamos.
Antes de salir del auto lo abrazó muy fuerte y le doy las gracias por ser tan bello conmigo, salimos del auto al entrar a casa no hay nadie, ni siquiera mi nana
—¿Tú andas con ropa para cambiarte? — le pregunto a Mathias ya que veo que anda un bolso..
—Si, como ayer lo planeamos no voy a ir de saco y corbata a una discoteca.
—Oki, usa el baño de invitados para que te asees y te cambies, yo voy a mi habitación.
-Está bien hermosa, no tardes mucho. —Me tira un beso y se va para el baño a cambiarse yo subo a mi habitación.
Busco que ponerme al encontrarlo, me doy una rápida ducha.
Me coloco un vestido n***o, de encaje, unos zapatos negros de tacon alto, un maquillaje suave, mi cabello suelto en ondas y lista, al bajar Mathi ya esta listo mirando su celular, pero de frente a mí, con unos Jeans azul, una camisa negra de 3/4 y una jacket negra, se ve guapo, la verdad el muy atractivo.
—¡Ya estoy lista! — al oírme Mathias levanta su cabeza para verme, y su mirada me recorre de pies a cabeza.
—Simplemente hermosa, eres perfecta Nat.
—¡Gracias! ¿Nos vamos?
—Sí, Lara no ha parado de llamar así que andado..
***
He bailado y tomado durante tres horas, claro está que cerveza solo dos me he tomado, me levanto para ir por más refrescos, al llegar un hombre se vuelve y Choca conmigo antes de caer unos fuertes brazos me sostienen..
—Ueppa hermosa que te caes, cariño.
¡Ay por Dios! esa voz, quito de inmediato mi cabello de la cara y lo miro directamente a los ojos, él al verme se asombra y me pone bien antes de soltarme, disimuladamente me mira de pies a cabeza..
—¡Hola! Te ves muy bien Natasha.
—Hola Liam, ¿cómo estás?
—Bien, y que anda haciendo una niña por estos lugares, deberías estar acurrucadita en tu camita.
—¿Cuando te darás cuenta que no soy una niña?
—Nunca, creo, y la verdad tampoco me interesa verte de otra forma.
—¿Porque eres así conmigo?
—¿Cómo soy?, solo porque no te veo como quieres? No eres ni serás mujer para mi.
Quiero llorar pero no lo haré delante de él, antes de decir algo escucho a Mathias detrás de mí.
—Tienes toda la razón Berlusconi, esta hermosa mujer, no es mujer para ti porque ella vale mucho, es más vale oro, no es como esas zorras que acostumbras relacionarte, así que respetala.
—Yo la respeto, o pregúntale cuando le he faltado a esta niña el respeto o me le insinuado, nunca lo he hecho ni lo pienso hacer.
—¡Ella no es una niña! Es una mujer hecha y derecha, además es muy hermosa.
—Para ti, porque para mí es una niña común y corriente e igual que todas, no deberías engañarte esa carita de niña buena.
Veo como Mathias se le va a tirar a pegarle pero lo detengo.
—No vale la pena Mathi, déjalo así, quiero irme.
Mathias me toma de la cintura para marcharnos, de camino a mi casa mis lágrimas salen, ¿porque siempre me hiere y me dice esas cosas.?
—No vale la pena hermosa, por favor no llores, porque sino voy a volver y le voy a romper la cara.
—No lo entiendo, no sé porque siempre que me ve me habla así, no se porque cambio tanto conmigo, pero no vale la pena, tengo que olvidarme de él.
Mathias me deja en mi casa, yo me doy un rápido baño, me pongo una bata y abrazo a mi almohada, te tengo que olvidar Liam, con ese pensamiento caigo en un profundo sueño.