PV NATASHA
Al llegar a mi casa mi padre estaba encerrado en el despacho mi madre estaba en la sala y cuando me vio dijo que tenía que ir alistarse, ¿porque ninguno me quiere dar la cara?
Me dirijo a mi habitación, la verdad me extraña mucho esa actitud de mis padres nunca han sido así.
Me doy un rico y relajante baño, al salir me siento renovada, y con fuerzas, me dirijo al armario, no se que ponerme, ni que celebramos, pero recuerdo lo que mi padre me dijo cuando me llamó por teléfono así que me decido por un vestido rojo y largo, de tirantes que me cubren hasta los pues!
Me maquillo muy natural, una pintura de labios roja, perfume y listo.
Al bajar busco a mis padres y los veo conversando en la sala.
—¡Estoy lista!
—¡Hija te vez muy, muy hermosa!
—Gracias papá.
—Nat, antes de irnos tenemos que hablar contigo.
—¿Qué pasa papá?
—Natasha tu sabes que te amamos y siempre vamos a querer lo mejor para ti.
Asiento con la cabeza para que continúe..
—Hija ayer y hoy estuve hablando con Ángel, y como sabrás aunque Liam sea muy serio y responsable en su trabajo, es muy mujeriego y no sienta cabeza.
—Sí papá pero ¿eso qué tiene que ver conmigo?
—Mucho hija, tú sabes que yo soy muy chapado a la antigua, Ángel va a casar a Liam a la fuerza si es necesario, él quería una mujer buena, trabajadora, dulce, que llegue a cambiar su vida y lo haga un hombre correcto..
La verdad ya ni escucho a mi padre, se va a casar; el tiempo se a parado justo ante mi, ya no podre conquistarlo algún día, se casará y se enamorará y si no me registra ahora mucho menos después de casado,
—suspiro pesadamente.—
—Hija, ¿me estás escuchando?
—Si papá te estoy escuchando, prosigue.
—Ok hija entre Ángel y yo pensamos que la mejor candidata para Liam eres tú, y él es muy buen partido para ti.
¡¿Qué?! no puede ser verdad, estoy petrificada, esto no puede ser cierto, yo soñaba con casarme con él pero no así, primero quería que me quisiera, no que me odie más de lo que lo hace ahora, ¡oh por Dios! ¿ahora que voy hacer?
—No papá no puedo casarme con Liam, no nos amamos, ni siquiera nos llevamos bien, no papá definitivamente no, no y no.
—Natasha no estás comprendiendo, yo no te lo estoy pidiendo es una orden.
—Pero...
—Pero nada o te casas o te quito la editorial.
—Eso no es justo papá, es mía un regalo de tu parte y la he sacado a flote durante estos meses, ¿porque me haces esto?
—Es por tu bien y para que tengas un buen futuro.
Yo pongo los ojos en blanco y miro a mi mamá.
—¿Tú no vas a decir nada, ¿no me vas apoyar?
—Hija todo esto lo hacemos pensando en ti, si por ti fuera nunca te casarías, ¿te has puesto a pensar qué pasaría si algún día faltamos? te quedarías sola hija y yo no quiero eso para ti princesa entiéndeme.
—¿Qué los entienda? ¿y qué hay de ustedes? ¿me entienden a mí? No verdad, ustedes nada más disponen y listo, y no me vengas con que si faltarán porque para ese día falta y mucho.
—Hija es por tu bien, además hoy estamos, mañana no se sabe, así que decide.
—¿Liam lo sabe?
—En este momento debería saberlo ya, Ángel lo llamó para que fuera de inmediato a la casa.
—No puede ser, Liam me va a odiar más.
—Él no te odia, solo que tienen diferencias que no han sabido arreglar como personas adultas.
–Tú no sabes nada papá.
—¿Bueno que eliges Natasha?, te estoy dando la oportunidad de elegir.
—Si claro, que gran oportunidad, elegir entre casarme con alguien que me odia, o perder mi editorial, valla papá que considerado de tu parte.
—¡Ya basta Natasha! Decide de una puta vez, odio hablarte así pero la verdad no estoy para tu sarcasmo.
—Me casaré, si Liam también a aceptado.
—Pues claro que lo tuvo que haber aceptado o Ángel le quitaba la empresa.
—¡¿QUÉ?! TAMBIÉN LO CHANTAJEARON, ESO ES INAUDITO, ¿QUÉ CLASE DE PADRES SON USTEDES?
—No me grites Natasha, y somos unos padres que quieren lo mejor para sus hijos, aunque no lo creas, esto lo hacemos por el bien de los dos.
—Sí claro, como no.
—Basta ya, me estás cansando, ahora sube por tu abrigo para irnos.
Quiero decirle que no me da la gana ponerme un puto abrigo, pero si lo hago se que habrán problemas y no quiere que me llegue a levantar la mano, ya que por lo visto él también está estresado por todo esto.
Doy media vuelta y me dirijo a mi habitación por el abrigo, y mientras mi mente está a mil, no puedo creer a lo que nos obligarán nuestros padres, lo que no entiendo es ¿porque si mi padre no está muy convencido me quiere casar?
Ay Liam ojalá no me odies más de lo que ya lo haces, espero que algún día me digas porque todo ese odio o rencor hacia mí y si no me lo dices lo averiguaré, pero tarde o temprano sabré ¿que te pasó para que cambiarás tanto conmigo?
Bajo con el abrigo, es de color n***o me lo coloco y salimos todos al auto en el camino nadie dice nada, estoy con los nervios de punta, los cuales aumentan cada vez que nos acercamos más a su casa.
Una vez el auto se ha detenido, nos bajamos de él.
—¿Enserio me quieres hacer esto papá?
Le pregunto ya que después de entrar no habrá vuelta atrás, o más bien no tendré vuelta atrás.
—Es por tu bien hija, algún día lo entenderás y me lo agradecerás.
Lo miro y no lo creo, no quiero casarme, no obligada, pero ya no puedo hacer nada.
Doy media vuelta y sigo caminando, ellos me siguen, tocamos el timbre y nos abre Salma quién al verme me hace muy mala cara, ¿a esta ahora qué le pasa conmigo?
—Los señores los están esperando en la sala, siganme.
Vamos detrás de ellas, al llegar a la sala todos las personas presentes en ellas nos miran, yo recorro la habitación hasta topar con unos ojos azules que me miran con furia, trago saliva, ya que se que no me va ir nada bien casada con este hombre..
¡Oohh por Dios este será mi fin!