ROMINA Al llegar a la oficina de regreso de la agencia de modelos nos encontramos con que había una fila de mujeres en sala de espera, las mujeres comenzaron a cuchichear en cuanto nos vieron, decidimos ignorarlas y seguir nuestro camino, todas las mujeres tenían un formulario en la mano y una carpeta así que supongo que serán las nuevas asistentes de Genoveva. — Menos mal llegaron —nuestra jefa parecía estresada en verdad. — ¿Qué necesitas? —le pregunté tranquilamente. Mónica en lo entró vi que se estreso sólo de ver las candidatas. — Que se encarguen de esas mujeres p, saben mis gustos así que adelante. — Debemos pasar un presupuesto a contabilidad de las modelos— le explica Mon. — Aun son mis asistentes y deben hacer lo que les digo — hizo un puchero que no se veía nada adorable p