Carlota He tenido una semana bastante caótica luego de haber botado al idiota que estaba arruinando mi trabajo y todo porque quería mi puesto, pero se le olvidó que yo siempre voy un paso más adelante. Rememorando todo, Jacob me acompañó a la sala de vigilancia y entre los dos vimos a la joyita alterando las pruebas que yo hacía. —Maldito idiota, está arruinando mi trabajo— me queje, ganas de cortarle las pelotas naciendo en lo más profundo de mi ser. — Podemos demandarlo si así lo quieres y refundir lo en la cárcel. Lo que está haciendo es totalmente ilegal. — ¿Pero por qué lo hace? — me pregunté a la nada en sí— desde el primer momento en que me dijiste que iba a ser mi asistente no me gustó para nada más sin embargo lo respete porque pensé que era alguien de confianza para ti. — Y