Kaia permaneció callada mirando hacia la puerta. No se atrevía a decirle la verdadera razón por la cual se negaba a trabajar con ese hombre. Apretó el pomo de la puerta con los ojos cerrados. Escuchó que él caminaba hacia ella. Sin más, abrió la puerta del despacho y salió, antes de que Stefan se terminase de acercar. Él se había quedado atónito. ¿Qué era lo que había pasado para que le pidiera aquello? Observó cómo recogía sus cosas y se marchaba hacia el ascensor. Kaia pasó por el lado de sus amigos. Éstos se sorprendieron al ver las condiciones en que ella iba pasando por su lado. Era extraño que no les mirase ni les dijese nada. Stefan, que estaba preocupado por esa chica que era su mujer, salió del despacho y caminó con decisión, y dando pasos largos, hacia el ascensor. Entró s