-Phillip, necesitamos hablar –Me acerqué a él con rapidez.
-¡Adiós Phillip! –Eric se despidió, y el “chavorruco” solo levantó su mano en señal de despedida -¡Adiós Señor! –No respondí, era una ofensa que me dijera Señor.
-Leonel –Habló en tono bajo –No me siento muy bien, ¿podemos dejarlo para después? –Se puso de pie con lentitud.
-Phillip, tengo desde ayer queriendo hablar contigo –Éste sujeto no se tomaba en serio lo que estaba sucediendo.
-Está bien, vamos a mi oficina –Cedió –Pero habla bajito –Se apresuró en agregar.
Caminamos al final del piso en completo silencio, donde se encontraba la oficina de Presidencia. Estaba molesto. Toda la situación se había salido de mi control y mis planes se estaban yendo por el drenaje. Requería elaborar un plan secundario, y hacerme de Maiden Co. a como diera lugar.
La pelirroja no natural ahora tenía nombre: Becky, la que me había llamado.
-Becky, no estoy para nadie –Phillip le hizo saber, y continuó a paso firme hacia la oficina.
-Sí Phillip –Ella respondió, para después sonreírme ruborizada, y regresar su vista a la computadora.
-Toma asiento, ¿quieres algo de beber? –Me ofreció tan pronto atravesamos el umbral de la puerta, y él caminó hacia el mini-bar de su oficina.
-No, lo que necesito es que me digas que tanto se va a complicar eso de la compra de las acciones, porque me dijiste que iba a poder adquirir el 70% sin problemas –Hasta entonces me dejé caer en el sillón frente al escritorio.
Lo escuché suspirar. Desconozco si lo hizo por su estado deplorable o porque realmente estábamos frente a un problema; pero su silencio me enfadó.
-¿Y bien? –Presioné, inclinándome hacia el frente.
-Lo siento, las cosas se han complicado. Emma… -Guardó silencio de súbito. Ni siquiera me estaba observando.
Me puse de pie para caminar en su dirección. No soportaba cuando las cosas no se desarrollaban conforme a mis planes -¿Qué es lo que quieres decir? ¿Qué no podré adquirir Maiden Co.? –Lo cuestioné con autoridad, y fue hasta entonces que me miró.
-Es Emma –Sus ojos suplicantes me deban aviso que la castaña estaba siendo un dolor de cabeza para él –Nunca estuvo interesada en el negocio, y ahora que su madre ha decidido venderla para retirarse, quiere dejarnos en la ruina a ella, a su hermano y a mí –Lo dicho, era una bruja –No está bien que hable así de ella –Le dio un gran trago a su vaso de whisky –Pero, me duele. Me duele saber que no valora todo el sacrificio que he hecho durante todos estos años. Me hice cargo de la empresa, mientras que cuidaba de su madre y de su hermano; y ahora, viene dispuesta a jugar a la empresaria –Lágrimas comenzaron a surcar sus mejillas, y eso sí que no sabía cómo manejarlo.
-¡Anímate hombre! –Puse mi mano sobre su hombro, para ofrecerle un poco de apoyo moral –Yo te voy a ayudar –Me ofrecí con placer.
-No quisiera que te metieras en un problema Leonel –Sus ojos me confirmaron su pesar y pena.
-Por favor Phillip. Todas las empresas que compro son un problema, y terminó arreglándolas –Y esa no sería la excepción.
-Es que… -Evitó mi mirada –A pesar de que no lo parezca, soy consciente de que ya estoy grande, ya no puedo hacerme cargo de Maiden Co. y que mejor que dejarlo en mejores manos –Sus ojos brillaron cuando regresaron a mí -¿Verdad que lo mejor es que tú la compres? –Preguntó con esperanza.
-¡Por supuesto! –Al igual que él, estaba convencido que era la mejor solución.
/////
-¿Qué información tienes? –Le pregunté a Hugo, que entró a mi oficina con un rostro de desaprobación, casi al terminar el día.
-Cosas interesantes –Su respuesta me hizo fruncir el ceño. Se sentó en la silla frente a mí, extendiéndome la carpeta con la información, que no dudé en tomar –En el ámbito comercial: las acciones están divididas entre 6 personas –Encontré el documento que lo detallaba.
-Así que la loca esa es dueña del 30% -Escupí con cierto repudio.
-Es correcto. Susan tiene otro 30%, Eric Maiden tiene 20% -Levanté mi vista hacia Hugo cuando guardó silencio, porque posiblemente estaba esperando una reacción de mi parte cuando reveló el nombre; pero yo había conocido al susodicho esa tarde –Phillip tiene el 10%, y James Butler tiene el 5%, como tú –Todo se había ido a la mierda.
-Te corrijo mi amigo, hoy James Butler dejó de ser socio de Maiden Co. –Me puse de pie, dejando los papeles en el escritorio, para servirme un trago. Hacerse del 35% de las acciones le daba el poder y control de la empresa. ¡Bruja! ¡Desgraciada! ¡Perra!
-¿Vendió sus acciones? –Cuestionó con sorpresa Hugo.
-Sí. A la loca y bruja de Emma –Me bebí de un trago el coñac.
-Lo mejor será dar por perdido el asunto de Maiden Co. y concentrarnos en las otras empresas que ya tenemos aseguradas –Dijo resignado y decepcionado.
-No –Clavó su mirada intrigada en mí –No soporto la idea de que quiera jugarle sucio a Phillip –Hasta donde sabía, él les había proveído de sustento durante muchos años. Seguramente ella había recibido su cheque mensual, gastándose sus millones sin esfuerzo alguno, al igual que su hermano; y a pesar de todo, Phillip se había mantenido a lado de Susan, que ya se daba por desahuciada.
Hugo dio media sonrisa irónica -¿Qué sucede? –Su reacción fue inusual.
-Quieres saberlo, ¿cierto? –Cuestionó con tono divertido.
-No te lo estaría preguntando, ¡dah! –Era una obviedad, y me dispuse a servirme otro vaso.
-La investigación de la familia Maiden es… Peculiar –Me pareció interesante la palabra con la que decidió definirlo.
Pero por el momento, solo me interesaba ella -Primero Emma, y solo lo más importante, así que, ¡resúmelo! –
-Emma fue enviada a un internado en el extranjero a los 17, porque se estaba acostando con su padrastro… -Lo interrumpí de inmediato.
-¡¿Con Phillip?! -Hipócrita desgraciado: “Es alguien muy difícil” ¡Si él se la había llevado a la cama!
-Así es. Cuando su madre lo perdonó, a ella la mandó lejos –Todo empezó a oler a podrido. ¿Despecho? ¿Quería castigarlo por haber elegido a su madre?
-Pero ella ya era mayor de edad –Aseveré cuando el detalle me llegó, y Hugo solo se encogió de hombros.
-Cuando cumplió los 18, se escapó y no se volvió a saber de ella. Hasta hace medio año, cuando viajó de regreso desde Ciudad Ümlaut –Levantó una ceja y me dio media sonrisa, del atractivo que destilaba la situación.
-¿Cómo que no se volvió a saber de ella? –No me parecía posible que pudiera simplemente desaparecer de la tierra.
-El investigador no encontró absolutamente nada de su vida desde los 18 hasta los 27 –Enfatizó con asombro.
-Actualmente tiene 27 –Le di un trago a mi vaso con lentitud, disfurtando de la bebida. ¿Qué había hecho? ¿Dónde estuvo? Ella ya tenía mi completa atención.
Seguramente leyó mis expresiones, porque de inmediato cambió su tono -Leonel, es demasiado drama, y tú ya tienes suficiente con tú vida –Ese drama al que él se refería tenía nombre: Rose -Vende las acciones y no intervengamos en el asunto –Escuché su consejo, pero lo desestimé –Tenemos otras tres empresas que requieren nuestra atención, y que en definitiva nos retribuirán los ingresos a corto plazo –
-No –Y es que por donde viera el asunto, me estaba retando –Las otras tres empresas ya están encaminadas, puedes hacerte cargo perfectamente –Puso los ojos en blanco.
-¡De verdad que tienes un maldito olfato para los negocios y para los problemas! –No detecté si lo dijo con molestia o diversión.
-Y termino resolviendo todo, ¿no? –Tomé la carpeta con la información, y comenzar a drigirme hacia la puerta –Me voy a casa, mamá está esperándome para cenar, ¿quieres venir? –
-¡Joder Leonel! Contigo no se puede –Se puso de pie para salir conmigo de la oficina.