La respiración de Tae Young era irregular cuando el tercer príncipe se sentó en la cama y ordenó a la doncella Jo que saliera de la alcoba, ella dudó y sólo después de que él hubiera asentido la mujer obedeció, haciéndole pensar por unos segundos acerca de la lealtad de sus sirvientes, sin embargo, su atención cambió al par de labios presionándose contra los suyos que buscaban ser correspondidos.
Tae Young colocó una mano en el pecho de Jun Oh para separarse y sus ojos viajaron por toda la habitación, comprobando si tal vez eso se trataba de algún otro mundo diferente al que él había vivido en los últimos cuatro años, sin embargo, nada había cambiado, entonces, ¿qué hacía el tercer príncipe ahí?, ¿no se suponía que él estaba fuera del palacio?
—Te-Tercer príncipe, ¿qué hace aquí?, usted
