Gary estacionó frente al garaje y quería bajar y abrirle la puerta del asiento trasero a Michael cuando escuchó -no te preocupes, lo traeré. Vete a casa.- -¿Estás bien, Michael?- preguntó Gary, sabía que no estaba bien y por primera vez desde que se hicieron amigos, no sabía qué decirle. -Sí, ¿por qué no lo estaría?- preguntó Michael, abriendo la puerta y saliendo del auto. Gary miró el sobre que yacía en el asiento y suspiró, Michael se había negado a mostrarle lo que había dentro pero sabía que fuera lo que fuera, no era algo bueno y solo esperaba que no tuviera nada que ver con Sasha. Michael recogió el sobre y lo puso en su maletín antes de caminar hacia la casa. Subió las escaleras del porche y cuando Gary giró el auto, le tocó la bocina pero no miró hacia atrás y Gary tuvo que sus