Punto de Vista Xavier. —Hijo de puta ¡Me rompiste la cara! —Escuché a Irina que gritaba a mis espaldas, salí corriendo de la mansión, directo al jardín, pero de Julia no había ni el rastro. Mi padre estaba diciéndole a su servicio que sacaran a la gente de la reunión, porque esta ya había acabado, después de todo lo que sucedió, la celebración se había dañado. Por supuesto que la visibilidad para encontrar a Julia se volvió complicada. Detrás de mí venía Irina, corriendo como el mismo demonio, con su rostro lleno de ira, y sus facciones determinantes que mostraban horror. Me devolví de nuevo hacia ella, y la alcance a empujar antes de que saliera de la sala de estar, tomándola por el cuello, apretándolo tan duro, que pude notar como sus labios se pusieron morados. —No quería hace