Punto de Vista Xavier Esa tarde el silencio entre Julia y yo, fue inevitable, ella estaba visiblemente molesta, sin embargo, hay cosas que se salen de control, y hay que enfrentarlas, como la asquerosa reunión que tenía con Irina. Susana acompañó a su padre y decidió que se quedaría esa noche en el hospital, Gerónimo nos recogió y nos llevó a la mansión. Apenas Julia entró, se fue directo a saludar a copito y se fueron hacia su habitación, suspiré resignado, ni siquiera su molestia impediría que tuviera que marcharme al otro día. Pero no me iría enojado, así que llegué hasta su habitación y le di dos toques a la puerta. —¡Si! —Se escuchó al otro lado —Julia, preciosa soy yo, ¿Podemos hablar? Por un lapso de tres minutos hubo un gélido silencio que me estaba atormentando, per