Ambos nos sonreímos mientras pasamos por afuera de un bar que está sobre la playa, abierto totalmente y sin techo alguno. El cual está lleno de chicos y chicas bailando y ni decir lo fuerte que está la música en vivo desatando toda una locura. Vaya que los chicos se ponen salvajes hoy en día eh. —Ya lo creo. —¿Ana Laura ? María es quién habla y nos hace girar y ver que señala hacia un punto dentro del enorme bar donde evidentemente la vemos.— Esa es Ana Laura ¡La Ana Laura que conocemos!— Y ahora está encima del que si no me equivoco es Ian Kilian con la camiseta destrozada. Está sentado sobre su regazo y le baila provocativamente entre carcajadas mientras mi estúpido hijo le vacía encima una botella de champagne para luego tragárselo, o hacer algo raro con sus lenguas, porque claramen