POV ANA LAURA Miro a Ian Kilian , caminar y hablar por su celular el cual encendió después de tantos días mientras como y como sin descanso, maldición del mal que tenía hambre pero estaba muy ocupada haciendo el amor como para prestarle atención a mi estómago. Cualquiera pensaría que soy una maldita adicta al sexo si le contara lo que he hecho estos cuatro días pasados. Sí, eso, exactamente, hacer el amor y hacer el amor como si fuera una cualquiera en celo. Ian Kilian y yo surfeamos por la mañana y comemos fruta y una que otra cosa antes de que la pasión nos gane y comencemos a desnudarnos, mordernos y a entregarnos al placer carnal en donde sea. En el mar, sobre la arena, en el piso, en la cama, sobre el lavabo, en la mesa, en la tina, contra las paredes y cada jodida palmera habida.