Capítulo 2

1201 Words
Me encuentro caminando como demente por los pasillos del Instituto, las clases ya habían acabado y ahora estaba buscando a Candy, encontrar a esa chica sí que era un problema, de lejos pude divisar a Lizzy, su mejor amiga, me hice paso entre toda la gente que caminaba por el pasillo hasta quedar al frente suyo, tenía el celular en sus manos tal vez viendo que se había puesto Taylor Swift la semana pasada para poder copiarlo o viendo fotos de la Fashion Week. Realmente no me importa que veía, solo quería encontrara a Candy. —Hola —Le saludo por cortesía. Ella levanto la vista, encontrándose con mis ojos e hizo una mueca —¿Qué? —Pregunta haciendo una mueca al verme. Fui directa no quería hablar con ella. —¿Sabes dónde está Candy? —Donde esta Josh— Respondió para volver su vista al celular. “Donde esta Josh” repetí en mi mente, ¿Cómo no lo pensé? Esa chica se pasa la vida tratando de sacar algo de mi amigo, saque mi celular mientras caminaba alejándome de Lizzy y le escribí. “¿Dónde Estás?” “En mi casillero, ¿Hablaste con Candy?” Respondió rápidamente. “No, voy para allá” Nuevamente hice camino entre la gente hasta el casillero de Josh, como nunca falta pude escuchar varios murmullos sobre mí. Vi a Josh recostado en su casillero, a su lado estaba Candy ¡Bingo! Camine hasta ellos y puse mi mejor sonrisa, o bueno mi sonrisa menos falsa. —Hola—Dije dirigiéndome a Candy Esta frunció el ceño, nunca le eh hablado, mi sonrisa se hizo más grande al recordar lo que le dije aquella vez —¿Sabes que le gusta a Josh en una chica? —Pregunto Candy mientras sonreía. Acabo de salir de un examen, y tengo la certeza de que no salí para nada bien. —¿Por qué me hablas? Sabes que no me caes bien—Respondí empezando a alejarme. Si, algo así más o menos dije. —Hola— Respondió Candy mirándome con desconfianza. —¿Sabes? Me gustan mucho los trajes que te pones, son tan coloridos y…lindos—Esto me costaba más de lo que creía, apenas y supe que decir. —¿Enserio? —Sus ojos brillaron— Pues, muchas gracias —Me agradece con una sonrisa. —Sí y por eso quería pedirte algo—Dije empezando a ladear la cabeza. —Lo que sea, luego de un cumplido así soy toda oídos— Dice mirándome con atención. —¿Vas conmigo de compras el fin de semana? —Creo que le dije muy rápido, pero parece que me escucho alto y claro. Josh miraba hacia otro lado y tenía una mano en su boca, reteniendo la risa que obvio sabía que era por mi actitud, al desgraciado le daba gracia mi vergüenza. —¿De compras? —Pregunta confundida. —Sí, una prima cumple años la próxima semana y le gustan los vestidos, por eso te pido ayuda —Explique sin mirarle a los ojos. —No lo sé, tal vez estaré ocupada— Dice enroscando su cabello en sus dedos. ¿No que harías lo que sea? —Ira Josh— Me apresure a decir ganándome una mala mirada del antes mencionado. —¡Si! Tengo mi agenda libre—Dice asintiendo con la cabeza. Rodé los ojos, esto se me estaba haciendo costumbre. —Pues bien, nos vemos Candy— me despedí sin mirar a Josh. Retomaba mi camino por los pasillos me tocaban clases de reforzamiento. Aburrido.   Fin de semana, si era el maldito fin de semana. Normalmente me quedaría en mi cuarto viendo una buena serie, pero no, me encontraba con Josh y Candy en una Boutique. Jamás en mi vida había deseado morir como ahora. —¿Qué te perece este? Candy me mostraba vestidos, algunos sencillos y otro algo reveladores. El que me mostraba era lindo debía admitirlo y era menos humillante, era violeta con tiras, en la parte de abajo era suelto. —Está bien, supongo. —Bien Candy puso el vestido sobre el brazo de Josh, este cargaba aproximadamente unos 10 de diferentes colores y estilos. Obviamente llevaríamos los mas simples.   Ya cuando al fin había terminado la tortura, Candy se fue dejándonos con 3 bolsas llenos de vestidos, fuimos hasta otra tienda a comprar ropa interior femenina, especialmente la parte de arriba ya que según Josh debo tener al menos un poco. Estábamos saliendo de mall cuando una chica que pasaba riendo junto a sus amigos no se percató de que estaba al frente de ella y choco conmigo haciendo que su batidos de fresa se derramara en mi suéter. Ella solo rio y siguió caminando. —Maldición—Exclame al ver mi suéter manchado y mojado. —Toma un vestido y un sostén ve a ponértelo llevare esto al carro luego vamos por algo de comer—Dice Josh dándome un vestido sencillo y un sostén blanco. —¿Para que un sostén? —Cuestione con una ceja alzada. —Seria vergonzoso que me vieran con alguien plana—Dice empezando a caminar. Accedí sin reprochar no podía andar por el mall oliendo a fresas y con una mancha enorme. Fui al baño de damas, sería raro que saliera del de hombres con vestido, por suerte estaba vacío. Entre en uno de los cubículos, me despojé de mi ropa, me puse el sostén, se sentía un poco raro no tener con que llenarlo, por lo que preferí meter papel en el sostén. Hasta donde me llevas, Josh. Pensé negando con la cabeza. Al ponerme el traje salí y bote la ropa, odio el olor a fresas, bueno más que odiar me trae recuerdos dolorosos. Lave mis manos y levante la mirada a mi cabello estaba enmarañado, como pude trate de hacer que se viera mejor. Una vez estuve conforme con el resultado, decidí salir. Al salir del baño Josh estaba afuera esperando con el celular en su mano, me pare al frente de él, este al notar mi presencia levanto la mirada encontrándose con mis ojos, bajo la mirada para poder observarme mejor, rápidamente se sorprendió —j***r, pareces chica—Dice casi sin poder creérselo. —No, ¿En serio? —Dije con sarcasmo. Ignore las palabras de Josh, y empezamos a caminar hasta el área de comida, pero Josh se detuvo de repente y tomo mi mano, entrelazando nuestros dedos, lo mire con el ceño fruncido sin saber qué hacer. —¿Qué te pasa? —Le pregunto, pero no aleje mi mano. —Es Cherry— Dijo mirando en una dirección. Josh me sonreía y me miraba como si estuvieras teniendo una agradable charla. Cosa que no era así. Tengo miedo. —¿Tu ex? —Pregunte, no estaba listo. —Sí y viene hacia acá con su estúpido mejor amigo— Dijo haciendo una mueca cuando menciono al último. Me arme de valor y cuando estuvieron los suficientemente cerca para escuchar nuestra conversación, Hable. —¿Qué comeremos, Cariño? — Dije con una sonrisa y viéndolo con amor Esta me la pagaras muy cara. Cariño.
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