—Es Elijah, mí jefe— aclara mirándola por el espejo retrovisor.
Nina se remueve incomoda en el asiento, y pasa una mano por su cabello para quitar el mismo de enfrente de su rostro, y fingir aquél movimiento al restarle importancia a sus palabras.
—Yhm...— Es lo único que sale de los labios de Valentina.
Ya había tenido, por supuesto, qué una experiencia para nada grata con él, y la verdad es qué, ahora mismo, no quería ni siquiera pensar ni hablar, menos que menos de su presencia, sin embargo, no podía negar que le causaba realmente una curiosidad absoluta el hecho de que la estuviera siguiendo.
—Se esta asegurando de que llegues a salvo— Explica, mientras pasan el portón
Pero se maldice por ser boca floja, su jefe lo va a matar si se entera, y es obvio que se va a enterar porque hay micrófonos en todas sus camionetas y autos, es por eso, qué no puede negar suspirar y creerse hombre muerto.
—Pensé que con tu escolta era más que suficiente— Verdaderamente le revienta la paciencia que él esté involucrado en todo.
Sin embargo, mantiene un tono de voz calmado, para no llamar la atención al respecto.
—Cuando todo este ok adentro, se lo comunico y él se va— Sube sus hombros restandole importancia y estacionando con agilidad.
—Claro— Suelta.
—Es raro que se haya dado cuenta solo hoy, pero siempre hay una primera vez para todo— Sonríe.
Y vuelve a maldecir cuándo ve los ojos de Nina abrirse al escuchar sus palabras. Claramente hoy no era su día de ninguna manera.
¿Lo hizo antes?— Suspira...
Logan asiente con la cabeza.
Una mueca de tristeza pasa por su mirada por unos instantes... Hay tantas cosas que ella no recuerda... Y sin embargo, qué no puede decir absolutamente nada por más que quisiera ser boca floja al respecto, sus contratos de confidencialidad, son más que precisos para justamente esta situación, debido a que ellos ven absolutamente de todo, hasta incluso cuándo su jefe se encuentra en los peores momentos.
Y por supuesto, qué los que la conocen desde hace un tiempo se apenan de aquello, debido a que prácticamente son una familia y de aquél modo se manejan desde siempre.
—Siempre que vuelve sin su hermano y él esta cerca hace esto señorita Nina, simple protocolo— Sube sus hombros, coloca su mano detrás de su espalda dónde nina ya sabe que tiene el arma.
Mientras saca la alarma del departamento y hace un chequeo, ya mas que conocido por la rubia, antes de que la deje entrar por completo en su living... A lo que ella suspira moviendo su cabeza hacia un costado, sabiendo que es pura exageración y que nada le va a suceder.
—Que extraño— Frunce sus labios pensativa.
Logan, evidentemente, hoy tiene un día en el que no puede asentir con la cabeza y quedarse realmente callado.
—Las veces que vuelve ebria mayormente Elijah vela por su seguridad en el camino, es simple protocolo...— Va a la heladera en busca de un redbull.
Le ofrece uno a la rubia, quién niega con la cabeza, mientras deja la cartera en la mesada de la isla...
Él saca una botella de agua sin gas y se la entrega, Nina la toma con una media sonrisa de lado.
—Es bueno enterarse estas cosas, le pondré una orden de restricción— Sonríe con falsedad.
Logan pasa una mano por su nuca nervioso.—Yo... Uhm— Hace una mueca con sus labios.
—Buenas noches Logan— Levanta su brazo y sube las escaleras con rapidez sobre sus zapatos favoritos...
Ingresa a su habitación e inmediatamente se dirige hacia la ventana, aún ve el auto estacionado, cuándo ella se acerca a su balcón, él casualmente arranca velozmente.
—¡Genial!— Nina suspira, ya cansada y abrumada de tanta novela por el día de hoy.
Deja la ropa en el suelo de mármol y coloca en los parlantes un poco de muse para relajarse...
Y aunque intenta olvidarlo cada uno de los movimientos de esa misma madrugada pasan por su mente, se concentra en despejar su mente dejándose llevar por la espuma que la envuelve y el olor a verbena que la misma emaná.
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Elijah tira su campera al primer sillón que ve a la vista, sus guardias se dispersan dentro de la propiedad rápidamente mientras que él toma una botella de whisky Bourbon y se dirige a su terraza...
El único lugar en el que sabe que ahora mismo estará en absoluta soledad.
—Feliz cumpleaños vida...— Toma asiento en uno de los sillones con vista a la hermosa Londres.
Deja sobre la mesa su arma y sus dos celulares y comienza a beber su trago con total armonía, disfrutando cada vuelta que el liquido da en su paladar...
Su teléfono suena, pero no es importante es solo una conquista mas de la noche, de la cuál no tiene ganas de aprovecharse ahora...
Juega con su anillo del dedo anular dándolo vueltas y vueltas esperando que el inicio de la mañana lo sorprenda de frente... Mientras que vuelve a sonar su teléfono siendo un mensaje que si tiene que responder lamentablemente para él mismo.
De Alec: —"¿Cómo estás?"— Prende un cigarrillo, y toma su otro teléfono, un w******p de alec lo sorprende...
Para Alec: —"¿Porque tendría que estar mal?"— Chasquea la lengua, adelantándose a lo que va a venir en el chat.
De alec: —"Es su primer cumpleaños si vos... Supongo que no debes estar bien"— responde
Para Alec: —"No jodas, Alec"—
De Alec: —"No te hagas el duro conmigo, compórtate como el Elijah que sos"—
Para Alec:. —"Sí mamá, Gracias por el consejo"—
De Alec: —"Sabes que siempre podrás contar conmigo Connor, te veo en la semana tengo papeles para llevárte"— Él suspira soltando el aire del tabaco en sus pulmones, si hay alguien que lo conoce por supuesto que es Alec, pero le molesta que él se lo recarque.
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El reloj marca las 07:00am cuándo la puerta de su habitación no deja de sonar, Connor suelta un gruñido y mueve su cabeza despejándose.
El sol se cuela por toda su habitación achina sus ojos y pasa sus manos por su rostro despejando sus ojos, hace nada más cuarenta minutos que se había acostado.
Todo su cuerpo le duele y le recrimina que no haya tomado ningún analgésico que el doctor le hubiera dado, a veces se maldice así mismo por gustarle tanto a la adrenalina de hacer las cosas por él mismo y después salir lastimado como la herida que tiene en su abdomen que aún no cicatriza, y que parece estar empeorando con las horas.
Aunque, él mismo, también, sabe qué lo hace para sentir dolor y evitar pensar en Valentina. Durante este último año intentó, por todos los medios, exponerse a todos los peligros habidos y por haber, incluso, dejando de lado las apariciones en sus negocios legales y más conocidos por todo el país.
Mira a su costado suspirando al encontrar aquel lugar vacío, añora el recuerdo de ella durmiendo junto a él y amaneciendo su lado.
Lo añora todo de ella.
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—No me digas que me quedé a dormir en tu casa...— Murmura cuándo la encuentra observándola, ambos en la cama...
—No le veo problema a eso, vida— Bromea haciéndola poner aún más ruborizada.
Ella suelta un risita y niega divertida evitando mirarlo, sabe que si lo mira caerá, cómo le pasa a menudo,
—Dije que no iba a dormir con vos— Se ríe habiendo traicionado sus propias palabras.
—¿Cómo dormiste?— Él sonríe de costado, ella se cubre aún más con las sábanas. Causándole ternura al morocho.
—Bien, tu cama es muy cómoda...— Él la toma de las mejillas y le roba un beso sin haberle pedido permiso. —"Tomare lo que quiera, cuando quiera"— amenazó una ves cuándo ella lo enfrentó.
—¿Es verdad lo que dijiste anoche?— Cuestiona arrugando su entrecejo,
—Ninguna mujer piso mí habitación, jamás— La mira alzando la barbilla y acercándose más a ella,
—Uhm— Junta sus labios húmedos en una mueca pensativa, que no hace más que provocar a Connor.
—Sos la primera y la última— Sentencia.
Valentina se vuelve a ruborizar y aprieta sus labios. —¿Me tengo que sentir privilegiada?— Bromea, volviendo a morder su labio inferior.
—No te vayas nunca, vida— Pide ronco.
Le cuesta expresar sus sentimientos, más aún estando ella presente por el simple hecho de que no entiende que le sucede con la rubia.
Pero, sin embargo, no puede quitarle la mirada de encima cada vez que la tiene cerca, y cuándo ella está lejos de él, se enloquece de saber cómo se encuentra o si necesitas ayuda o si necesita protección.
La rubia lo mira sorprendida por aquellas palabras, ya que Connor, claramente, era con una personalidad bastante particular, no solía decirle muchas cosas de este estilo, simplemente tomaba lo que creía que le pertenecía y le dejaban claro todos los días a valentina que ella era de él.
Le costó bastantes meses a Valentina comprender que este era el modo de él de decirle que le preocupaba, y hasta que quizás estaba por demás interesado en ella.
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—Jefe, tiene que ver esto... Lamento haberlo despertado pero si no luego me lo va a reprochar— rueda los ojos y bosteza.
—Voy— Exclama ronco.
Se levanta inmediatamente y sale de la cama con solo unos short deportivos del manchester city, su club favorito de fútbol.
Desordena su pelo molesto, metiéndose en el cuarto de baño para darse una refrescada en el rostro y lavar sus dientes, únicamente, minutos después ya se encamina escaleras abajo luego de haberse colocado unas zapatillas deportivas.
—Lamento haberte despertado pero supuse que esto te iba a interesar— Se encuentra con un escenario que no le sorprende, pero si le disgusta.
Ya que su supuesto amigo lo acaba de despertar simplemente para estar haciendo un berrinche en su living... Rueda los ojos y termina de bajar los dos últimos escalones de un salto.
—Gracias Kol— Mira a su escolta y este le hace una seña.
—Buenos días, Elijah— Aprieta sus labios en un intento de sonrisa pero manteniendo su rostro serio muy característico de los escoltas del morocho.
Aúnque, sólo entre lo que se conocen saben que Kol y Connor tienen una relación más allá de ser solo empleados.
—¿Lo viste?— Cuestiona al acercarse al sillón en L gris.
El rubio se encuentra bebiendo una cerveza, sin sus zapatos puestos, los cuáles yacen en el medio de la entrada.
Tres de los guardias del morocho miran la escena apartados, el jefe de seguridad de Elijah se sienta frente a Kaleb con una taza de café para él y otra para Connor.
—Me quieren hacer creer que se vendió— Miente y finge estar frustrado.
—aja...— Connor bebé de su café a gusto.
—Bueno, en realidad él mismo estaba ahí y no lo negaba... Estaba con cinco personas más, no pudo reconocer sus rostros, pero no se despegaban de él tanto qué siquiera lo dejaban ir al baño solo...— Suspira apretando su pecho, le cuesta respirar...
—Interesante, quizás ya consiguió nuevos aliados— Niega con la cabeza y se recompone en el sillón mirando a su amigo qué aun tiene su chaleco anti balas.
Connor analiza rápidamente corroborando que tan bién está fingiendo todo o si sea verdad lo que dice.
—¡¡Nos traiciono, a la misma mafia, a vos y a mi!!— Sonríe con nervios...
Su cabello tiene sudor y su rostro esta completamente descolocado...
—Es probable— Responde aburrido, pero eso no es suficiente para él morocho que aún sigue desconfiando completamente de Kaleb..
—Lo vi en sus ojos— Connor intenta no hacer muchas muecas para no levantar el avispero.
—¿Te dijeron para que te buscaban?— Chasquea su lengua, mientras toca el puente de su nariz...
—Si... Bueno— Kaleb, asiente con la cabeza y apoya la lata de cerveza sobre la mesa ratona de mármol blanco frente a él.
—¡¡Yo no se porque no dejaste que fuera, quizás querés ocultar algo!!— Golpea con enojo el sillón los tres guardias se miran entre si.
—Él... Él me pidió que fuera solo— Kaleb suelta unas lagrimas de bronca y niega aun con su cabeza momentáneamente.
—¿Qué es lo que quería?— Connor pasa su mano una vez más por su cabello mientras que el rubio hace una mueca de disgusto y levanta sus hombros.
—Lo hicieron firmar una declaración jurada que adjudica que él sera el sucesor de los Lions si el líder muere... En pocas palabras se pasó para su bando... No entiendo sí fue obligado o si esto lo viene haciendo desde hace tiempo— Explica brevemente y traga saliva asqueado por sus palabras.
Da un sorbo a su cerveza y se echa de nuevo hacía atrás confundido y abrumado...
—No me extraña, ya que los Lions son puros viejos, buscaron bien chicos...— Elijah asiente con la cabeza y muerde su labio inferior con bronca.
Esta manteniendo la calma pero no parece que vaya a aguantar mucho.
—Necesitan mi firma también...— Se da media vuelta para mirar a su amigo.
—Sasela— Responde sin preocupaciones.
—Y la de Nina...— Niega con la cabeza y dos lagrimas ruedan nuevamente de su mejilla al mencionar a su hermana...
—Lo lamento, pero eso no lo tendrán, ninguno de los dos— Le deja muy en claro a cuál es su situación y no tiene que ni siquiera elevar la voz con tan sólo mirarlo es más que suficiente.
—Ellos quieren...— Connor achina los ojos y lo interrumpe apenas escucha el sobre nombre de su ex novia y prometida...
—No la van a tocar...— Afirma con su mandíbula dura en un tono autoritario que demanda temor...
—Yo...— Titubea, haciendo muy bien su trabajo, pero no tan bien para que el morocho no lo descubra.
—Me da igual para que quieran su firma! No la van a meter en esto, y no se los estoy diciendo a ellos, te lo estoy diciendo vos— Alza sus cejas amenazando a Kaleb, el cuál asiente titubeante y nervioso.
—Lamento esto Elijah, las cosas no tenían que ser asi— Comienza a flaquear y Connor lo disfruta.
—Seguro— Se burla.
—Vivo estaba... Y se encontraba en muy buenas condiciones... Pensé que íbamos a poder hablar cara a cara y que me iba a poder explicar qué carajos estaba pasando, si tiene sus razones al menos hubiera gustado poder escucharlas...— Rueda los ojos y mete su mano en el saco de su campera y saca su celular mostrando unas imágenes.
—Siendo completamente honesto con vos, tengo que admitir que Lucas me importa una reverenda mierda— Pasa su mano por la comisura de sus labios y le pide a kol con una seña de dedos otro café.
—Pero no se si por mucho tiempo va a estar vivo ya que si no consiguen la firma de Nina... No lo van a querer en su grupo...— Aprieta sus labios pensativo..
—Es obvio que quieren la firma de ambos para poner la empresa a nombre de ellos y que funcione como tapaderas— Comenta obvio.
—Lo típico— Murmura su jefe de seguridad Augusto, quien está atento a todo.
—De esa manera cuando yo les desate la guerra por haberme traicionado y los mate va a salir el verdadero jefe detrás de todo esto y se va a quedar con todo el dinero que generaron con ella...— Suelta subiendo sus hombros.
La mirada que le regala a el rubio es completamente escalofriante quien la recibe de esa manera y se remueve incómodo en el sillón.
—Realmente... No... No lo había pensado de esa manera— Por supuesto, que sí.
—Es claro que lo pensaron kaleb, ya no es necesario fingir— Sonríe y Augusto también lo hace cómplice.
—Yo... Elijah...— Traga saliva atemorizando.
No todos los días sos descubierto por venderte a otro bando.
—Date un baño y después seguimos hablando...— Palmea su espalda esperando que el rubio reaccione y se reincorpore.
—Cla... Claro— Suspira aún nervioso.
—Quiero que me expliques paso por paso qué fue lo que viste una y mil veces más, hasta que a mí me quede claro o me aburra— Chasquea su lengua y hace presión en su hombro asustandolo.
—Si— Traga saliva nervioso.
—Es muy sospechoso qué haya tanta fugas en el plan ¿no?— Alza sus cejas pensativo mientras despeina su cabello una vez más...
—Yo no lo se— Intenta sonar como si fuera un cordero.
—Es más que obvio que yo voy a ir contra todo, cuándo ustedes dos me den vuelta la cara, tienen que estar ofreciendo algo muy grande para que tengan las pelotas suficiente para hacerme eso— Sonríe de costado dejando plasmado a Kaleb...
—Vamos a estar listos para la caceria— Se ríe su jefe de custodios.
El morocho lo mira y asiente con la cabeza, para luego, con un movimiento de cabeza llamar a dos de sus guardias que se encontraban más cerca de la entrada principal para que ayuden a su visita a mantenerse en pie y encaminarlo al cuarto de baño más cercano.
kaleb se retira dejándolos en Soledad.
—¡¡Maldito imbécil!!— Murmura mirando a Augusto con quién sabe que tiene confianza.
—No tiene ni idea de dónde están parados— Se regocija el mayor.
Mientras que su supuesto amigo se dirige a darse una ducha para ponerse un poco más decente en el baño de invitados, él se sienta sobre la banqueta qué tiene en la mesada de la isla de su cocina y espera el café que Augusto le ofreció, mira la banqueta a su lado y suelta un suspiro cerrando los ojos y pasando su gran mano tatuada por la pana suave e importada de ésta...
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—¿Entonces Gris?— Él rueda los ojos aceptando el color que ella le acaba de ofrecer, por supuesto, qué cuándo lo conoció, todos los muebles que él tenía eran o blancos o negros.
La casa se tornaba muy fría y aburrida por eso ella lo había convencido qué regalarle algunos de sus más preciados muebles, incluso las banquetas que tenía detrás de ellos en color gris con las que ella quería que hiciera juego del sillón del living que le estaba proponiendo ahora las había hecho ella misma con sus manos...
—Que sea ese gris que me mostraste primero— Busca entre las telas el más oscuro y el asiente con una sonrisa...
—Te va a encantar— Ella muerde su labio inferior, contenta de haber ganado la batalla...
Cuándo inició no tenía un montón de empleados que pudieran ayudarla, ella había conocido el oficio y se había enamorado de la mano de obra, mismo de las telas, de las tachas y de los detalles.
Esas dos banquetas significaba mucho para el morocho cuando se las entregó no dejó de adularla durante todo una semana, él sabía que ella era muy capaz pero se había quedado sorprendido con las terminaciones con lo hermosas que habían quedado de las sillas...
—Antes que ese verde agua que querías poner prefiero poner el gris— Señala el muestrario que ella le estuvo mostrando durante toda la mañana mientras desayunaba, Valentina ríe y muerde su labio inferior,
—No le vendría mal un poco de color a tu casa— Se burla con ternura mientras acaricia su rodilla,
—El color a la casa se lo pone vos vida— Él acaricia su mejilla y le roba un beso...
Sabe qué si ella se pondrá caprichosa con ese color, él dejaría que la casa tuviera ese color, y no le importaría que no fuera masculino y sofisticado como estaba acostumbrado a vivir en esa casa tan fría y sin vida, con tan sólo verla feliz y con tan sólo ver los diseños de ella a todos sus alrededores...
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—¿Debo preguntarte qué te paso en la cara?— Señala a Ted, mientras abre su local de decoración en la avenida central.
Justamente a la vuelta sus hermanos tienen su oficina de bienes raíces... Las locaciones fueron buscadas con el propósito de estar lo más cerca posible...
Ella es decoradora de interiores, tiene su propia linea y fábrica de sillones, martillera pública y diseñadora gráfica a diferencia de sus hermanos que uno es administrador de empresas y Lucas despachante aduanero...
Nina si ejerce su trabajo cuando ellos necesitan pero kaleb y Lucas están abocados al cien por cien a su alianza con Elijah...
—En absoluto, señorita Valentina son solamente gajes del oficio— Responde monótonamente.
—Veo que sí— Le retruca rodeando los ojos.
—El señor lucas está bien— Valentina se gira mirando de reojo a Ted, el mismo mira hacía abajo y mantiene sus brazos detrás de su traje.
—¿Estuvieron con él?— La rubia achina sus ojos cuándo su custodio, simplemente le hace un asentimiento de cabeza dándole a entender que no va a seguir respondiendo.
Por lo que Valentina, vuelve a su postura comenzando a darle las indicaciones a Dylan de lo que tenían para hoy pasando por alto el comentario que custodio no respondiera más...
—Perdón por molestar preciosa , pero te recuerdo por las dudas que viene megan a buscar su reserva a las 14:00hs Nin— Muerde su labio inferior.
Valentina suspira y levanta la vista de su macbook.
Dylan se acerca y le deja su te rojo sobre el escritorio...
—¡Ay no, esa señora es completamente irritante!— Ted mira la escena desde el sillón turquesa, mientras mantiene en sus manos el diario de hoy.
—Lo sé— Nina toma el te y le da un sorbo llenando su cuerpo de calor...
Le agradece con una sonrisa mientras apoya el vaso venti sobre el escritorio nuevamente...
—No la quiero ver Dy— Rueda sus ojos.
Es la ex de su hermano menor y cada vez que viene se pone muy sentimental, sí mantiene aún el contacto es porque es una excelente compradora, Nina hizo ocho banquetas esta semana para ella, quien decora departamentos por la zona contraria en la que nina es demandante...
—Yo me ocupo de todo no te hagas ningún problema— Su asistente le sonríe cálidamente.
—Déjale mis saludos, voy a estar almorzando con mi hermano— Traga un poco más de su delicioso te, y responde al chat de su pagina web...
El teclado y sus pulseras hacen eco en la blanca habitación, por supuesto que su nuevo dije ya se encuentra allí junto con su colección que sólo le hace recordar las últimas palabras que el morocho le dijo ayer en el club, pero aún seguía con esa sensación de que no debía de sacarse la pulsera...
—No te preocupes por eso, lo suponía preciosa— Sonríe simpático restandole importancia con su mano derecha...
—Gracias— Suspira aliviada.
—De todos modos, el pedido esta ok, sólo necesito que lo mires para chequear que los detalles de pack estén como te gustan— Explica.
Ella sonríe con amabilidad y asiente su cabeza. —Eso nos ahorra varios pasos— Dylan asiente de manera profesional
—Y por último pero no menos importante tenemos, un comprador que quiere algo bastante especial— Frunce su boca y mueve sus ojos de una manera muy divertida, ella lo mira mordiendo su labio...
—Uhmm— Susurra.
—Te mando el mail así lo presupuestas si te interesa la oferta— Le guiña un ojo.
Valentina asiente con la cabeza y le deja un pendrive en su mano...
—Son las nuevas laminas, necesito que las mandes a imprimir para pasado mañana a mas tardar, tengo cuatro departamentos que están esperando estas ilustraciones para sus cuadros, quiero intentar sacarmelo de encima cuanto antes, no me gusta que demoremos tanto en hacer algo tan sencillo— Señala con la lapicera a su amigo...
—Espero a una clienta que me llamo recién reservando una cita para venir a ver unos sillones, y voy a hacerlo— Sonríe mientras toma el pendrive en su mano...
Achina sus ojos al pasar frente a Ted, quien siempre lo intimido...
—Tomate tu tiempo— El grandote alza sus cejas Dylan suelta una risita vergonzosa saliendo de la oficina pero Vuelve dando un giro brusco...
—¡La pasamos increíble ayer, por cierto me había olvidado decirte!— Alza sus cejas divertido...
Ella niega con la cabeza y muerde el lápiz que yacía en su mano.
—Gracias por haber ido— Moja sus labios sonriendo...
Dylan se retira finalmente, Ted suelta una carcajada ruidosa y ella gira su vista hacía el grandullón...
—Te ama— Murmura la rubia divertida, mientras se levanta a tirar su vaso ya vació de starbucks...
Ted suelta una carcajada negando con la cabeza.
—Por favor señorita Nina no me haga cometer un homicidio en su radio de amigos— Ella rueda los ojos y se vuelve a sentar en su cómodo sillón...
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—Aec, te dije que lo estoy manejando— Se queja al volante.
A pesar de que ya despertó hace varias horas gracias al incidente de Kaleb de su cuerpo le pide una dosis de cocaína para poder reactivar su día.
Intenta evitarlo a toda costa, en especial, para que quiere mantenerse fresco para poder descubrir lo que están tramando los terrens.
Pero la desesperación que le genera la falta de Valentina en su vida lo volvieron un completo desastre.
—¡Solo te estoy diciendo que tengas cuidado! Estuve revisando lo que me mandaste yo también creo que tenés razón y que están tramando algo bastante sospechoso— El oji gris, lleva una mano al puente de su nariz cuándo tiene que frenar por obligación al semáforo en rojo.
—Lo se, pero sabés cómo trabajo, quiero tomarlos desprevenidos y tener las pruebas necesarias— Argumenta a modo de excusa.
—Sé perfectamente que lo haces por ella, y qué estás tomando recaudos porque está en el medio— Comenta risueño.
Connor cierra dos segundos los ojos cuándo escucha nombrar de ella. —Eso mismo estoy haciendo— Responde seco.
—De cualquier manera, coincido, pero te estoy diciendo que tengas cuidado— Aprieta sus manos sobre el volante.
—¡No te preocupes que soy el jefe, yo me ocupo!— Escupe molesto.
—Claramente me preocupo— Responde desde el otro lado de la línea obvio.
—¡¿Cuándo vas a venir?!— Bufa queriendo ignorarlo.
—Esta semana seguramente tome el jet, voy con Tobey— Explica riendo porque su hermano lo está ignorando.
—Controla a ese imbécil— Gruñe y rueda los ojos cuando él se ríe del otro lado de la línea.
—Cómo siempre hermanito— Habla burlon sabiendo que eso lo va a enfurecer.
—Y llama a Augusto cuándo vayas a venir para el protocolo de llegada, no quiero que te andes exponiendo— Ordena furioso, porqué sabe que Alec no suele comportarse bien cuándo se lo ordena.
—Como digas Elijah— Se burla, nuevamente, y cortan, ambos, la llamada.
El semáforo se pone en verde pero él no avanza, aprovechando que es una calle de poca circulación no le preocupa quedarse unos minutos allí.
—Lo perdí todo Valentina, solo me quedabas vos... Y cuando te fuiste me dejaste destrozado— Murmura moviendo su cabeza a un costado.
Instantáneamente extiende su mano hacia la guantera del vehículo para tomar y buscar algo que le haga olvidar y le borre ese dolor en el pecho que siente constantemente.
Lo encuentra fácilmente, porqué es algo que siempre lleva, pero aprieta aquel contenido en sus manos cerrando los ojos, recordando todas las veces que Valentina le pidió que no volviera a ingerir ni una sola gota de droga, pero ahora ella ya no estába.
Valentina ya no estaba para cuidarlo y no podía regañarlo por lo que estaba haciendo porque es algo que él necesitaba hacer.
Se estaba rompiendo lentamente cada vez que lo consumía, pero no tenía otra salida para escapar de la depresión que le generaba haber perdido a la mujer que amo por única vez en su vida.
Ella era la indicada y lo había olvidado, no podía borrarse eso de su mente.
Consume dicho contenido y cierra los ojos tomando su celular.
Abre el w******p en el contacto del móvil viejo de Valentina, el cuál le pertenecía a ella antes del accidente.
Mira su foto de perfil, ambos juntos bajo la Torre Eiffel en París, pasa su mano por la pantalla y una lágrima se escapa de sus ojos.
Aprieta el botón de mensaje de voz y suspira apoyando su cabeza en el volante del auto.
—Te extraño tanto vida... Que cada día me siento más muerto, y aúnque lo intento no puedo terminar de morir— Cierra los ojos cuando el mensaje se envía y deja caer su teléfono en el regazo.
Valentina nunca escucharía aquello, porque ese teléfono estaba guardado en su caja fuerte.