Creo que mi ritmo cardíaco colapsó durante esos segundos en los que corrí por las escaleras con el alma en la mano, porque si algo le sucedía a Louisa la culpa sería mía, de nadie más. Apenas planté los pies en el corredor de las habitaciones vi a la pelirroja siendo acorralada por un tipo que no reconocía de ningún lugar, tenía el cabello n***o al igual que Nox pero era un poco más delgado y de menor estatura. Entré en pánico porque no sabía quién era. Ella seguía gritando. —Éter, déjala. Es una amiga de ésta. —Nox habló, suspiré un poco más aliviada al saber que al menos era un conocido del fenómeno. No me gustó su manera tan despectiva de referirse a mí pero lo dejé pasar. El sujeto sonrió con diversión y le dio una última mirada a Lou que la hizo estremecer visiblemente en donde