—¡Es cierto, lo peor que puede suceder es que te caigas en un charco de lodo de cabeza frente a la persona que te gusta! —dijo Alejandra emocionada. Gabriel no podía parar de reír, aquella chica tenía muchas historias cómicas en su vida— ¿oye qué es eso? —Alejandra tomó el álbum de fotos que llevaba Gabriel consigo. —Amm... Espera... —se incomodó Gabriel al ver que la chica ya había empezado a ver las fotos que él tenía allí. —Oye… son lindas fotos —dijo Alejandra sorprendida—, son buenas fotos— recordó el día que llevaba a su perro— ¡ah... es cierto! Tú llevabas una cámara el día que nos conocimos. —Sí... Me gusta tomar fotos —Gabriel vio que la chica pasó a la página donde estaba la foto de ella en el mirador. —Ay, —soltó Alejandra pasmada, miró a Gabriel— soy yo —volvió a mirar