Pov Aidán Su beso me enloquece terriblemente, me siento vivo, siento esa hora de calor recorrer mi cuerpo y ella no ayuda dejando salir pequeños gemidos de sentir mi erección en ella, es que ya me está valiendo todo y la tengo casi cogiéndomela y sé que no debo, pero mierda esto se siente muy bien. Tomo su cabeza por detrás y con la otra mano agarro sus lindas nalgas y las apretó, esta chica me tiene muy caliente en este momento y ahí caigo en cuenta que estoy cometiendo un muy grande error, no me la voy a coger. Paro el beso sintiéndome muy agitado y bajo la cabeza, no debí hacer eso, porque solo veo su pecho subiendo y bajando, dejándome ver esos ricos pechos que ella se maneja y no ayuda en como me siento ahora, la despego de mi cuerpo y la bajo. —Esto es un error— le digo y ella me