Cuando llegué a la biblioteca, encontré a José leyendo Harry Potter y a Ivy inmersa en un libro de misterio de Stephen King. Me acerqué a ellos y me senté en medio, sintiéndome feliz de tener su compañía. —Mis amores, conseguí el número de mi asesor —les informé emocionada. Ivy me miró con una sonrisa y le sacó la lengua a José en forma de broma. —Pero yo soy tu amor número uno, ¿verdad princesa? —dijo José, dándome un beso en la mejilla. Mi amiga también me besó en la mejilla y José me atrajo hacia él para darme un beso en los labios. Aunque siempre se peleaban por mi atención, sabía que ambos me amaban y eso me hacía feliz. —Mi corazón está dividido —respondí juguetonamente, provocando risas en los tres. Después de compartir un momento divertido juntos, José me preguntó si ya había