“La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas... como si debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la alegría.”
Papa Francisco
Inicia la semana, Sara sale del apartamento, baja las escaleras y se encuentra con Amanda, quien viene entrando al edificio con el manojo de sobres que acaba de tomar del buzón; aún así parece de muy buen ánimo.
—Dios te cuide, hija.
—Gracias mamá. Nos vemos al regresar. —la besa en la mejilla.
—A partir de hoy, comienzo a cuidar a una paciente. Trabajaré en el turno de la tarde. —Sara la mira con asombro.
—¿Trabajar más? Es demasiado ¿no crees?
—A veces hay que hacer algunos sacrificios, mira todas las cuentas que hay que pagar este mes. —le dice, formando un abanico con aquellos sobres.
Sara se siente un poco avergon
