—¿A dónde vamos? —replico Evan después de estar un rato caminando. No tenía mucho dinero para el estacionamiento, así que había dejado mi auto en un parque cercano, en frente de un banco con policías para que le echaran un ojo gratis.
—Por mi auto, para ir a comprar lo necesario para que pueda hacer de comer. —repliqué un poco confundida, creí haberle dicho antes lo que haríamos.
—No, sí, pero me refiero ¿A qué lugar vamos a ir? ¿Qué piensas hacer de comer? —preguntó y la verdad que hasta ese momento no había pensado en lo que haría— No tienes idea, ¿Verdad? —negué con la cabeza, me sentía como una niña pequeña a por la reacción que tuve, Evan me regalo una sonrisa como las que solo él sabía dar.
—Tengo una idea —dije algo coqueta—, por qué no me ayudas tu a hacer de comer, se ve que
