HERMOSA DE OJOS AZULES

2263 Words
——- POV Jimena ——- Después de pasar toda la tarde hablando con la señora Patricia. Le conté un poco más de mi infancia me hizo recordar muchas cosas sobre mis padres, lo muy unidos que eran, el amor que se tenían me encantaría tener algo como lo que ellos tuvieron pueda que en un futuro lo pueda tener. La señora Patricia me pidió que viviera en su casa como su dama de compañía y podría continuar trabajando si yo quería a lo cual le pedí que me dejara pensar tendré también que consultarlo con Manuel ya que no quiero imponer cosas o que el piense eso. Estoy en mi casa viendo televisión sin poder terminar de ver la película mis ojos se van apagando hasta que me quedo completamente dormida en el mueble. Al día siguiente escucho el teléfono sonar miro que es Manuel contesto algo pronto. —Hola Jimena ¿cómo estás? — Que cortes amaneció hoy ya que empezó con un saludo y preguntando cómo estaba. —Hola Buenos días, muy bien y tú. — Escucho que se ríe un poco a lo que le pregunto. —¿Porque te ríes he dicho algo gracioso? — Y el deja de reír y aclara su garganta. —No es que tú dijiste buenos días y son casi las 2 de la tarde. — Sin querer vuelve a reír y yo volteo a ver el reloj y veo que son la 1:53 minutos a los cuales siento mi cara ponerse caliente de la vergüenza, no puedo evitar reír yo también, pero de pena. —Disculpa es que me quede dormida en el mueble de la sala mientras miraba televisión y como estos días no he podido descansar bien creo que me pasó factura no me fijé en la hora el sonido del teléfono me ha despertado. Pensé que era más temprano ¡Ay no que pena contigo! — El ríe más alto yo suspiro porque nunca lo había escuchado reír así bueno no a mí. —Ok, omitamos esos buenos días cambiémoslo por buenas tardes ¿Te parece? Te quería invitar a salir quiero que conozcas a mis amigos bueno más como mis hermanos. — Me quedo pensando en que si me quiere presentar a personas es porque algo pasara pronto así que prefiero preguntar directamente. —Pienso que es muy pronto para presentarme ante tus amistades solo tenemos 3 días conociéndonos. ¿No crees que es muy pronto o que planes tienes? — Prefiero que él me cuente que es lo que quiere hacer ya que estoy a lo que el decida obvio que no seré de las que se quede callada ante alguna situación. —Pues quiero casarme contigo la próxima semana y quiero que todos te conozcan solo te pido que digas una pequeña mentira blanca que nos conocemos desde hace unos meses que trabajas cuidando a mi madre y poco a poco nos conocimos ante mis amigos, ellos no estarían de acuerdo en que yo haga algo así. — No puedo evitar que salga mi expresión —¡QUEEE! ¿LA PRÓXIMA SEMANA? — Creo que se escuchó más como un grito. —Si hoy hable con mi madre le dije que me gustas mucho y que si ella no se opondría a que me casara contigo la próxima semana a lo que ella más bien se puso muy feliz. — Lo dice de lo más contento yo no sé cómo sentirme en este momento. Dios mío, pero es muy pronto, pero hay algo que si necesito saber primero. —¿Y ya hablaste con Sofía al respecto? — Él se queda callado un momento deja salir un suspiro antes de hablar. —Olvídate de Sofía ella ya no estará en mi vida, si quieres hoy te platicaré un poco de mí, así como quiero saber más de ti. Esta semana será para que nos conozcamos más el fondo. — La sonrisa que tengo en este momento es tan grande que no yo me la creo que es lo que está pasando esto verdaderamente es increíble. ¿Será que tendré una verdadera oportunidad con él? —Pasó por ti a las 2:30 usa ropa cómoda en especial tenis. — Me sorprendo porque tendría que usar tenis bueno voy pensando en que ponerme. —Está bien estaré lista a esa hora. — Salgo corriendo a mi habitación para ver en mi closet qué hay gracias a Dios tengo un par de tenis n***o y blanco casi nuevos me los regalo Felipe en mi cumpleaños busco unas leggins deportivas color n***o, un top ajustado del mismo color y para terminar una camisa a cuadros rojos y negros que me pondré por encima, al salir del baño decido hacerme una coleta alta me puse un set de aritos pequeños y maquillaje suave pero delineó mis ojos me encanta hacerlo resalta más mis ojos azules iguales a los de mi padre veo el resultado me encanta. Me fijo en el tiempo y faltan 10 minutos así que decido ir a recoger lo que desordene en la sala, cuando recién me sentaba en el mueble a esperar a Manuel tocaron la puerta miro por la ventana antes de abrir y veo su auto azul deportivo. Abro la puerta el me mira de pies a cabeza tiene esa maña de verme antes de saludar. Aparto eso de mi mente cuando lo veo yo a el ahora el anda un buzo color n***o camiseta del mismo color, tenis blancos y una gorra negra se ve realmente como un galán de telenovela. No puedo evitar morder mi labio, Salgo de mis pensamientos cuando siento que besa mi frente lo que me hace sentir calor en mis mejillas sé que estoy como tomate. —Te decía que estás bellísima y perfecta para donde iremos, pero parece que te gusto tanto lo que viste que te fuiste a fantasear conmigo. — Dice mientras ríe y yo quería que la tierra me tragara sin mencionar que está muy cerca mío. Este hombre es muy alto tengo que ver hacia arriba para terminar de mirarlo estando tan cerca mío. —Lo siento, pero es que me impresiona que siempre que me vez me miras como un acosador de pies a cabeza. Y pues también devolverte el cumplido que te vez bien con esa gorra. — Porque no devolverle algo de esa coquetería que él tiene conmigo. —Entonces a donde vamos, ¿porque querías que me vistiera así? — Le pregunto —Todo a su tiempo Jimena, aunque vestida así pareces una muñequita, creo que así te llamaré muñequita. — No quería creer lo que mis oídos escuchaban siento que moriré si sigue hablando tengo que reprimir un poco todo esto y recordar que debo tener los pies en la tierra y no dejarme creer lo que no será. —Está bien yo te diré tesoro ¿te parece? — El asiente mientras sonríe un poco serio. —Déjame ir por mi teléfono y mis llaves ¿no necesitaré algo más agua o algo así? — El negó así que voy a traer lo necesito el me espera para abrir la puerta del auto. Vamos camino a el parque en la montaña y sé qué haremos alguno de los senderos me encantaba venir aquí hace unos años antes que mi abuela agravara le voy contando todo esto el solo me escucha le platico un poco sobre el accidente de mis padres, le cuento que vivíamos en Zaragoza, un poco del estilo de vida que llevábamos antes del accidente. Él se sorprende al saber el giro de 360 grados que ha dado mi vida en estos últimos 6 años. Mientras me cuenta sobre sus amigos desde que se conocieron en la universidad han sido inseparabilidades desde entonces, él se mira muy feliz hablando de ellos por lo que deduzco son muy importantes para él. Llegamos a el estacionamiento del parque estacionamos a lado de una camioneta Range Rover blanca. Manuel baja primero veo que bajan 2 chicos de un lado y el que venía manejando se baja también. Manuel los saluda antes de llegar a mi puerta y abrirla me ayuda a bajar. Él pone su brazo alrededor de mi cintura. —Bueno hermanos les presento a Jimena mi futura esposa. — Suelta yo levanto mi mirada y les sonrío, pero me sorprendo a ver a alguien que conozco desde hace muchos años. El me reconoce también y se acerca a mí con una gran sonrisa jala mi brazo separándome de Manuel el cual queda sorprendido. —¡Dios mío eres tú! — Dice mientras me tiene atrapada entre brazos y su pecho me cuesta respirar. —Si soy yo no me dejas respirar. — El inmediatamente me suelta me mira y ve a Manuel. —¿Ella es con quien te vas a casar? dice Guillermo casi gritando, levantando su ceja. —Si ella es Jimena de la que te platiqué, pero veo que ustedes 2 se conocen y muy bien ya que la abrazaste de esa manera. — Dice muy molesto Manuel mirando creo que espera que le explique qué pasa. —Guillermo y yo nos conocemos desde que éramos niños nuestros padres trabajaban juntos. Yo tenía 7 años cuando mi padre me llevo a casa de los padres de Guillermo él tenía unos 10 o 11 años. Cuando mis padres murieron y vine aquí no volví a tener contacto con nadie por dedicarme a mi abuela. — Termino de contar la historia Manuel ve a Guillermo el cual solo me mira a mi sonriendo. —Si eras una pequeña pecosa en aquel entonces nunca más te volvimos a ver desde que murieron tus padres, pero mira que pequeño es el mundo ahora te casarás con uno de mis mejores amigos y te volviste una pecosa hermosa de ojos azules. — Dice mientras mira a Manuel que está algo molesto ya que veo como aprieta sus manos. Me alejo de Guillermo y me acerco a Manuel para calmarlo un poco le tomo su mano. El me abraza y besa mi mejilla. —Bueno me gustaría escuchar más de eso, pero ahora vamos a la montaña. Haremos el sendero 3 y no quiero quejas de nadie. — Dice muy serio regresando a el auto sacando una mochila yo lo miro algo sorprendida ya que los otros 2 chicos me miran, pero no saben si saludarme después de ese reencuentro con Guillermo. —Jime ellos son Miguel y Andrés también son amigos de este mal educado que no te los presento por culpa de sus celos. — Dice lo último viendo a Manuel quien lo llama a que se acerque a él. Jime es como él me decía de niña o pecosa por unas pequeñas pecas que tengo en mi pómulo izquierdo. Yo extiendo mi mano a Miguel y a Andrés se ve que son simpáticos nada que ver a la seriedad o frialdad de Manuel. —Mucho gusto soy Jimena Roberts, pero creo que ya lo saben por Manuel. — Digo mientras señalo, pero al voltearme veo que está hablando muy serio con Guillermo este también se ve que la plática toma otro giro casi quieren golpearse así que decido acercarme. —¿Que pasa aquí? — Me pongo en medio de los 2 ellos se van calmando un poco. —Por favor hagamos lo que venimos hacer, Manuel dijiste que haremos el sendero 3 no lo hago desde hace más de 1 año así que andando. — Los tomo de la mano a los 2 para acercarnos a donde están los demás. —Creo que llego a el grupo el elemento faltante entre nosotros para traer equilibrio a estos que siempre se la viven peleando. — Dice Andrés yo me sonrojo sin saber que decirle quiero calmar un poco más el ambiente. —¿Así que se pelean mucho? — Pregunto a Andrés mientras me mira asintiendo —Guillermo le hace bromas inocentes o comentarios algo pasados de tonos y pues nuestro Manuel se enoja siempre. — Dice abrazando por la espalda a los 2 involucrados. —Siempre tenemos que estar juntándolos después de alguna discusión ellos lo solucionan a su manera, pero lo hacen. — Dice Miguel mientras vamos empezamos a hacer el sendero. Caminando yo camino a lado de Manuel sus amigos a van adelante de nosotros. —¿Que pasó hace rato porque te molestaste con Guillermo? Acaso fue por nuestro reencuentro. — El me mira de reojo sé que está molesto, pero no sé porque exactamente él es mi amigo al igual que suyo y sin mencionar que tenía años de no verlo. —Sabes lo nuestro y no quiero que “nuestro amigo” interfiera con nuestros planes. — Me extraña ese comentario, pero lo entiendo me imagino que es sí, ya una vez que nos divorciemos a qué lado remara Guillermo. —No me voy a interferir con nada que tenga que ver entre ustedes si es tu preocupación cuando llegue el día de separarnos lo haré sin darte problemas con nadie lo juro. — Digo súper bajito para que nadie nos escuche cuando llegamos a la sima Manuel y Andrés acomodaron en una pequeña manta en el suelo unos bocadillos que traían en sus mochilas juntos con botellas de agua platicamos un poco de sus anécdotas en la universidad entre otras cosas mientras mirábamos el atardecer en la ciudad desde donde estábamos. Ya nos disponíamos a empezar a bajar, pero nos encontramos a quien arruinaría todo nuestro paseo. Sofía
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD