los trillizos de la luna de sangre (1 saga)

regreso a la casa de la manada lunadeplata

—nosé tal vez la deje botada— hablo Erik en un tono ronco pero bajo

—sabes que no lo vas hacer— exclama malcon

—mmm veremos—

Al entrar al hospital veo a Celeste acostada tiene lágrimas en la cara, sus mejillas están rojas me agachó y le quitó los mechones de la cara sus pestañas están mojadas de tanto llorar

—¿no eres capaz de dejarla cierto?— exclamó malcon

—cállate— gruñi

me levanto, y la tocó con la punta de mi zapatos,

Al levantarme me pega un olor tan delicioso, huele a vainilla, suspiró y siento que me dan un pequeño empujón me levanto y veo a Erik

— hola— murmuré

—camina que mi madre te está esperando— hablé serio y me dispuse a caminar

—vamos— murmuré, el va caminando al frente de mi, y de verdad tengo que admitirlo es hermoso tiene un cuerpo bien definido se marcan sus músculos en la camisa, sus cabellos son color negros como la noche el color de ojos son marrones claros aveces son dorados su piel es blanca, definitivamente un hombre que cualquier chica babearia sus labios son carnosos y rosados su nariz perfilada y su estatura es como de 1,93 o algo así, desde pequeños jugábamos bastante pero después se volvió irritante es extraño ¿que el me halla venido a buscar?

—ay— ¿en que momento llegue aquí? ¿y de dónde apareció este charco de agua? quedé completamente mojada

—¿en serio que estara pensado?— pensó Erik preocupado

—pregúntale bobo— exclama malcon

se calló por andar pensando ¿es que no se da cuenta de nada?

—sube rápido— hablé fuerte y claro

—estoy mojada—me queje tratando de secar mi ropa

—¿y? tú eres la que lo tiene que limpiar?—

—cierto mañana lo lavo Erik— al terminar de hablar pude ver como sus ojos cambiaron a dorado y se que es su lobo malcon el es muy adorable pero al parecer Erik es todo un caso

¿Me dijo Erik? tenía tiempo que no escuchaba mi nombre en su boca que hermoso suena mi nombre en su boquita no, no puedo pensar así.

—¿Como me llamastes? para ti soy Alfa entendido— la acorraló contra el carro, y veo como su pecho sube y baja,

—quiero besarla solo uno pequeño— dice malcon

—No—

—ay me lástimas— me queje

—¿por que trataste así a celeste?— gruño malcon

—asi es que se tiene que tratar cuando tratan de provocar al alfa— grité antes de subir al carro,

—Alfa disculpe si en algún momento le falte el respeto—

Me odio ¿por que hice eso? no quería pegarle en el hombro, le quería pegar al carro,*

—no te quería pegar a ti— murmure bajo

— tranquilo Alfa lo entiendo— hablo celeste con la mirada en el la ventana

¿como puede decir que me entiende? si por ella estoy así. Al mirar por el retrovisor veo a celeste dormir, y me llega un enlace mental de Alan!!

—¿que hiciste hermano la dejaste botada?—

— No pude, nuestra madre se enojaría—

—Fuera ido yo! no tienes las agallas de dejarla— gruño alan

—tú tampoco la fueras dejado créeme—

—¿Como estás tan seguro hermanito me ocultas algo?—

—¿y ahora ustedes de que están hablando? exclama Sam

acá está Daysi preguntado por ti, se alteró porque la dejaste por ir a buscar a Celeste— me rei

Al llegar a la casa

— bájate ya llegamos—

— mm gracias por traerme Alfa, ya les preparó la cena—

— descansa esta noche, de todas formas cenaremos afuera— dije serio

—gracias alfa— murmuré

—Mañana si quiero mi desayuno—

Al mirar a celeste no puedo evitar, dejarla de mirar amo cuando ella me cocina, aun que me gustaría que no hiciera nada, solo que estuviera conmigo alrededor de ella, ella es la única que nos reconoce a parte de nuestra madre, es increíble desde pequeños, tratamos de confundirla pero siempre nos descubre se que es egoísta, pero la única forma para verla es que nos atienda, por eso mandé a que ella nos cocinara, ¿aunque no entiendo porque Alan quiso que acomodara los cuartos?

—Llegaste mi amor— exclama Daisy tropezando a celeste

—si llegue— dije sin ánimos

—quiero comer bistec, anda celeste— dijo daysy

—Vamos a cenar afuera— exclama Erik

— me parece bien— exclama Sam con la mirada puesta en celeste

—pero yo quiero cenar aquí— exclama sofhia abrazando a Alan

—mejor otro día— exclama Alan

—Alfas si quieren puedo preparar algo para que cenen—

—¿ y que haces aquí parada? mueve esa ridícula cara deforme y ve para la cocina a preparar algo— exclamó Ana

— Celeste dije que vamos a cenar afuera ve para tu habitación— exclamó Erik fulminando a Ana

—Con su permiso me retiró— dijo celeste

—espera un momento— dijo Daysi

—si señorita Daysi— exclamó celeste,

—¿Como me llamaste? zorra— Daysi levanta la mano y la deja caer en la mejilla de celeste

—¿Como te atreves a pegarle?– intervino Sam

—¿No escucharon como me llamo?—

— no te dijo nada malo— dijo la luna Liliana

— luna disculpe por el mal entendido, es que su criada me faltó el respeto— dijo daysi

—¿que te dijo?— dijo Liliana

—me levanto la voz cierto Erik– dijo Daysi viendo a Erik que está con las manos en la cara

celeste mira a Erik para saber cuál es su respuesta,

—no presté atención— exclamó Erik.

—Es increíble mis hijos se dejan dominar por estas niñas de mal corazón, yo estuve escuchando todo y celeste no te dijo nada malo, apenas su voz se escuchó, recuerden que ustedes están unidas a mis hijos solo por un contrato de su abuelo—

—Madre ya basta de tonterías, no somos unos niños, y ella serán nuestras lunas, ya que aún no aparece nuestra pareja,! también nesecitan ser respetadas— exclamó Alan.

—entonces apoyas a la ¿novia de tu hermano? con la mentira que acabo de decir?— dijo Liliana seria

— FUERA de mi casa— gruño Sam a las 3 rubias

—¿pero porque nos tenemos que irnos?—

—ya escucharon a mi hermano fuera de aquí— exclamó Alan

—¿estás feliz? madre— dijo Alan

—No! no lo estoy ¿por que tratan así a celeste? antes no eran así con ella horita está sola acaba de perder a su nana y así es como la tratan— exclamó Liliana

—Solo no queremos estar con ella no es bien visto que una simple criada este de amistad con sus alfas— dijo Alan sin verle la cara a celeste por la vergüenza de lo que acaba de decir pero es lo mejor así ella está bien

—lo siento por lo ocurrido, no quería molestar alfas— dice celeste

No sé porque cada vez que veo a celeste me dan unas ganas de estar con ella, al mirarle su mejilla puedo ver qué está roja aún con las marca de los dedos de la perra de Daysi pensó Sam

Nos alejamos de celeste es porque nos estábamos encariñando con ella, y nuestro padre no los prohibió es lo mejor, exclamó Alan

odio esto odio tener que cumplir las reglas, maldita sea siento que celeste es mi compañera no puedo permitir estar cerca de ella si mis hermanos se enteran que me gusta celeste le van hacer la vida imposible, aunque somos trillizos sentimos todo del otro, pero no puedo permitir que esto me afecte pensó Erik

—vamos mi niña, necesitas descansar, mañana tienes clase—

— Si luna— murmuré

—porfavor celes, sabes que me puedes llamar Liliana—

—la nana me entrego una carta, me dijo que usted me podría explicar bien— murmuré con lágrimas corriendo por mis mejillas

—Si celes, yo te escribi esa carta, cuando fui a ver a tu nana ella me dijo que la ayudará. Todo lo que dice ahí es cierto mi niña sabes que no estás sola, tienes a tus amigos y me tienes a mi, como me gustaría apoyarte más—

—gracias— dije y la abracé, —gracias por todo, nunca podré pagarle lo que ha hecho por mi– empecé a llorar, sentí una mano en mi hombro y al voltear era el alfa Angello,

— lamento tu partida se que es difícil seguir adelante, pero quiero infórmate que a cuando cumplas tu mayoría de edad tienes que retirarte— dijo Angello

—Angello ¿que estás diciendo? eso es dentro de un mes como ella va a sobrevivir! no se va a ir la decisión es de los trillizos ellos son los alfas— exclamó Liliana

—Ellos ya lo saben acabo de hablar con ellos, es su decisión ya la cuidamos todos estos años, no sabemos cómo llego a la omega louisa, y quieres que la tengamos aquí esa es la decisión y no te vas a oponer—

al voltear los pude ver parados en la puerta de la casa, con los brazos cruzados mis lágrimas caían