When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
-Tiempo después, Cristopher: Aún no lo puedo creer, mi pequeña, mi niña, mi vida. Juro que me las pagarán. Siento como mis garras van saliendo al escuchar lo que la luna Liliana le decía a Ricardo. -Al principio estábamos felices, mi pequeña Celeste. Celeste, su madre quería que la llamáramos así. Fue tan valiente. Lágrimas salían. Nuestra pequeña era la sirvienta de la casa de los alfas Lunadeplata. Estaba ahí, siempre estuvo ahí. Nos dijo que ella es bondadosa y amable, ella y su nana. La cuidaron. Ella ha estado sola ya que su nana murió. Ella sufrió demasiado. -También nos contó que Celeste es la compañera de sus hijos... ¿Cómo los tres son sus parejas? Dije yo. Gruñí porque para mí es mi pequeña. A pesar de que no la he visto, quiero cuidarla. Porque sé que ellos ya tienen sus parej