—¡Ven y dímelo en mi cara!—grito Magie para defender a su amiga, pero aquellos chicos ni siquiera se dignaron a detener el auto en el que viajaban, simplemente las ignoraron, ya que, no valía la pena ponerse a discutir con dos chicas, al menos estando en pleno corazón del pueblo de Grave Hills. Arreglarían cuentas en otra ocasión. Magie se volvió hacia Tessa, quien simplemente arrugo el ceño para dedicarles una mirada mordaz, deseando secretamente que la lluvia de la noche anterior fuese lo suficientemente resbalosa para que ese estúpido auto se volcara en el camino. —No les hagas caso—expreso Magie con el fin de amortiguar los sentimientos que seguramente su amiga estaba sintiendo en esos momentos— ellos no saben lo que paso, tú no hiciste nada malo... —Tampoco mi padre, pero está en l