Me empezó a besar con tremenda pasión, nuestras lenguas jugueteaban y los dos gemíamos de placer, me acariciaba mi cabello y yo le acariciaba sus fuertes brazos, eso me excitaba más todavía, qué beso tan profundo, tan rico, me quitaba el aliento, pero que me importa estaba gozando como jamás lo había gozado, no era el medio borracho no, estaba bien despierto era Adam el amante caliente, animal en celo, ese era ahora, el que yo quería sentir. Dejo de besarme y se fue a meter de cabeza en ese hueco entre el hombro y el cuello me lamió fuerte que sentía como si estuviera masturbándome, que gozo sentía las manos me acariciaban mis piernas mi cintura mi cadera, después bajo muy despacio y beso mi pecho hasta llegar a un pezón lo lamió y después lo chupaba y yo gozando eso la otra mano me apret