Baje mi lengua por sus abdominales, los tenía trabajados faltaba un poco, pero que mierda me iba a comer su polla, no sus abdominales, llegue allí, baje más y lamí sus bolas y sus lindos gemidos, me encanto se escuchaba hermoso o será el amor que le tengo, en fin con mis manos le masajeaba su polla de arriba para abajo, con mi lengua subí a lamérsela, entretanto sube y baja algunos minutos sentí su sabor, ya que había soltado un poquito de su semilla por lo que sentía ya. Y me metí su polla en mi boca lo vi que se irguió para atrás cerro sus ojos, lo chupaba y sus gemidos eran muy sonoros, pero la bendita almohada los acallaba, le chupaba fuerte, a ratos la metía y sacaba de mi boca y mis manos acariciaban sus bolas hasta que ya no pudo más y le escuche un gritito, su polla se puso muy du