Mi hermana mayor

1625 Words

No lo podía creer. Me dio la tarjeta de crédito y no solo eso, hizo que su secretario privado (papasito) viniera a entregármela, en persona. Ahora, no sabía cuánto cupo tenía la tarjeta y tampoco tenía forma de saberlo, aunque, según Miguel, el monto era suficiente para cubrir mis necesidades mes a mes, pero, ¿y qué tal mis caprichos? Además, si mi padrastro conocía “mis necesidades” de la misma forma en que sabía lo que me gustaba vestir, o de la manera como se preparó para mi llegada, estaba segura de que el cupo de la tarjeta apenas si debía ser suficiente para un vestido y algunos dulces. Solo había una forma de averiguarlo. —Emily, ¿ya podemos irnos? —Por supuesto, señorita, pero pensé que querría almorzar primero. —Acabo de desayunar y, sabes, no me gusta la idea de almorzar sol

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD