Al día siguiente, hizo hasta lo imposible por evitar un enfrentamiento entre Bernardo y Carlos, con la ayuda de Cristina y Nico como mediadores, lograron terminar el desayuno con relativa tranquilidad y aprovechando una distracción, salieron de prisa antes de que su padre lograra llegar hasta ellos. Kiara subió al coche sin perder tiempo y se fueron de la casa sin mayores contratiempos. Por casi tres semanas, Carlos estuvo tranquilo porque su esposa llegaba temprano a casa y cenaban juntos, le daba las medicinas y se las tomaba si objetar, había accedido tres o cuatro veces a ir a su habitación por una gloriosa hora completa y después lo dejaba descansar para dormir contento y a sus anchas. De lo que no se daba cuenta o hacia caso omiso, era de cuanto alcohol consumía su esposa durante la