Esa misma noche, su esposo la llevo arriba para consumar el matrimonio, el único medio por el cual, ella podría cumplir sus planes y objetivos.
Se sentó sobre la cama, Carlos se acercó y le rodeo los hombros, sus manos calientes y temblorosas bajaron su bata y recorrieron los delicados tirante de su camisón. Le tomo la barbilla con la mano y levanto su rostro, le dio un beso húmedo y después bajo por su cuello, la otra mano le acarició los senos sobre la tela y ella no se movió, parecía una estatua. Hizo que se recostara sobre las almohadas y se subió encima de ella, la beso y luego bajo por su cuello hasta sus senos, no supo por cuánto exactamente, porque perdió la noción del tiempo. Kiara cerro los ojos tratando de imaginar que era Luis quien la tocaba, que era él quien en ese momento,
