Melody daba vueltas por todo el cuarto mientras Grace la escuchaba parlotear sobre la boda y cada vez estaba más irritada.
En los últimos días después del compromiso solo se hablaba de eso, de la boda y los preparativos, Grace estaba cada vez más triste y era cada vez más imposible de ocultar, a penas salía de su cuarto y lo justificaban con que eran los nervios de la boda, los monjes apenas han cruzado palabras con la heredera, lo que era bueno porque ella podía explotar y su poder por igual.
Para su buena suerte Melody se había encontrado para ayudar con todo, es como si el odio que sintió hacia Grace hubiera desaparecido de la nada.
- Ya sé que no quisiste ver tu vestido de novia, pero no te preocupes yo lo elegí personalmente y puedes confiar en mi buen gusto. - Volvió a parlotear
