No, no, no, no, no mi Zoey no, mi bebé no.
La sacudo y no hay respuesta, no dice nada, un hilo de sangre sale de su boca.
— ¡RYDER! ¡LLAMA A BILL AHORA! — Bill es médico o una mierda así.
— Pero Kil... — dice, aún disparando.
— ¡AHORA! — y sin cuestionarme de nuevo, el maldito entra de nuevo al club.
— Ya bebé, ya estarás bien, lo juro, mierda, tienes que estar bien — mi respiración se acelera y mi vista es borrosa.
No puedo perderla, porque entonces yo estaría perdido, no puedo vivir en un mundo sin ella, no puedo, simplemente me es imposible.
— Kilian… Kilian, ¡CARAJO, KILIAN! — miro a Bill, que me trae de vuelta al mundo real. — Sólo está inconsciente, chico, un golpe en la cabeza por el impacto, estará bien.
— ¿Qué? ¿Es en serio? — grito por encima del tiroteo y Bill asiente.
