Keller Al llegar a mi casa, mi madre me observa con cara de poker, pero mi mente sigue viajando al momento con aquella rubia, desde que la deje en esa habitación lo único que hago es pensar en ella - Alessandro volvemos a lo mismo- dice ella sacándome de mi fantasía - Madre por favor, ayer te avise que iba a una fiesta- digo - Tu crees que estás son horas de llegar- dice ella - Ma, estaba con Kevin- digo - Bien, está bien ya no diré nada, a veces olvido que ya no eres aquel bebé con el que solia dormir en las noches- dice ella con melancolía Yo le doy un abrazo para calmarla - Ya madre, talvez ya no soy un niño, pero siempre seré tu hijo, tu príncipe- digo dandole un beso en la frente que la hace sonreír - Está bien, ve a descansar- dice ella Yo asiento y subo a mi habit