La hija de los últimos osos

Capítulo 7

Leigh

Alpha August se sentó con ella en su oficina. Finalmente, había dejado de discutir con él acerca de que Farley fuera con ella también. No le gustaba, pero no podía hacer nada al respecto. No había nadie más con sangre de Alfa que pudiera ir.

—Tus guerreros de élite, los llevarás a todos, Leigh. Úsalos para entrenar a los guerreros de Cloudy Haven, eleva su nivel de habilidad. Quiero que lleves tu bastón bo, para inculcar coordinación y buen control corporal. También, lleva tus palos escrima.

—Son buenas herramientas para ese pequeño grupo, para ataque y defensa. Afilarán su tiempo y autocontrol, les enseñarán a contraatacar, todas son habilidades buenas y necesarias de tener. También se puede hacer sin armas, así que mejora su combate mano a mano.

—Entiendo todo eso —asintió —. Mejorará la velocidad, el tiempo, la coordinación y su flexibilidad también. Las técnicas sin armas que los acompañan también serán un buen aprendizaje y entrenamiento para ellos.

Todas estas cosas su abuelo, Walker, le había enseñado a hacer. Entrenaba junto a él cuando estaba en casa y le ayudaba a entrenar a los nuevos guerreros interesados en el combate con armas. También le gustaba trabajar con ellos y ayudarles a entrenar. Además, le daba tiempo con su abuelo, lo cual también le gustaba.

—¿Farley no me interrumpirá a mí y a mis guerreros?

—No, le estableceré algunas reglas básicas. A pesar de que ese chico sea un dolor de cabeza real, Leigh, además de conocer al Alfa Micheal, conoce la estructura de la manada y será bueno para establecer defensas para ella también.

Ella simplemente asintió. Realmente no iba a otras manadas si Farley también iba a ellas, y hacía todo lo posible por mantenerse alejada de él cuando era posible, especialmente si no tenía supervisión especial para él.

—También es un buen luchador. Tú misma lo sabes, Leigh. Es útil en una batalla.

Ella también sabía eso.

—Solo porque tiene que defenderse de mí regularmente, tú lo sabes, ¿verdad?

August se rió para sí mismo.

—Sí, lo has entrenado bien al ponerlo en su lugar a lo largo de los años, mejor que entrenarlo realmente, pelear contigo aumentó enormemente sus habilidades. Te doy las gracias por eso.

Leigh suspiró.

—Eso solo lo llevará hasta cierto punto, lo sabes ¿verdad? En realidad, soy más fuerte que él —murmuró.

—Sí, lo sé. Tienes esa fuerza de oso, eso es bueno.

—Tal vez un día acabe arrancándole la cabeza limpiamente —murmuró.

August suspiró pero no dijo nada, probablemente era consciente de que algún día sus disputas internas iban a terminar con la muerte de uno de ellos, y August sabía que ella no solo era más fuerte que los dos, también tenía mejores habilidades que Farley.

No es que él careciera de entrenamiento, entrenaba igual que todos los demás, se esforzaba para convertirse en un guerrero fuerte para esta manada, pero vencerla no era algo que pudiera hacer. Por qué peleaba con ella, ella no lo sabía.

—Deberías irte, preparar tu equipamiento y hablar con tu unidad, Leigh. Aún no le he dicho nada a Farley, pero se lo explicaré, él solo está a cargo de los cincuenta guerreros destinados a la defensa de la manada, no de ti ni de tu unidad. Tú estás ahí con fines de entrenamiento.

—¿Y si surge algo más? —preguntó.

—Hm. Supongo que depende de qué sea. ¿Estás pensando en rastrear y localizar al atacante?

—Si se puede hacer, mi unidad y yo estamos entrenados para eso.

—Si surge, puedes ofrecerle ayuda a Micheal —August asintió —. Probablemente la acepte. Aunque otro alfa ya lo intentó y no encontró nada.

—Hmm, tal vez no esté entrenado como yo ni tenga un olfato tan bueno como Jara. Ella tiene el olfato de un oso hasta 50 km, y tú lo sabes. Probablemente pueda rastrear mejor que un lobo alfa, ¿qué puede rastrear, ¿de 5 a 12 km?

—Sí, tienes un súper hocico —Sonrió —, ofrece tu ayuda si crees que es útil.

Asintió.

Ella sonrió, eso y Jara lo hacían, aunque Silas, un cambiaformas de oso completo y con su linaje completo, podía oler a 70 km, nada pasaba desapercibido para su padre y su bestia.

Es por eso que ella y él fueron utilizados para rastrear y recuperar, rara vez algo les pasaba, solo si estaba enmascarado por el olor y literalmente no emitía nada en absoluto. Los renegados eran fáciles de rastrear para ella y su padre.

—Haré que Micheal los mantenga separados a ti y a Farley, duerman en diferentes partes de la manada, eso debería ayudar a minimizar las interacciones entre ustedes dos.

—Lo esperas ¿cuándo nos vamos?

—Esta tarde, estén allí a tiempo para la cena de esta noche.

—Dijiste algunas semanas, luego tal vez un mes. ¿Cuánto tiempo esperas realmente dentro de esa manada? —tuvo que preguntar para saber qué tan difícil entrenar a esos guerreros.

—Hasta que el Alfa Micheal piense que es seguro —Suspiró un poco —. Es por eso que no puedo ir. Creo que también habrá otras manadas que llegarán, eso también ayudará a contener a Farley, creo.

—Nuevamente, esperas. Así que prepárate para una larga estancia, o hasta que mate a Farley. Si eso sucede, ¿entonces qué?—preguntó.

Siempre estaba en juego. Jara lo odiaba tanto como Leigh misma.

—Solo no lo mates, Leigh, es así de simple —August negó con la cabeza y la alejó con la mano —. Empaca fuerte.

—Haré eso —Fue todo lo que dijo mientras salía de la oficina.

Simplemente genial, podría estar meses fuera con ese estúpido acosándola en cada oportunidad. Era pleno verano, y a ella le costaba lidiar con eso, aunque no tanto como la primavera. Realmente no quería tener que estar fuera del territorio de la manada en este momento.

Debería estar agradecida de que solo se encargara del entrenamiento y eso era todo, supuso, no tenía que estar ahí afuera en el bosque patrullando. Así que podría simplemente mantenerse apartada, ocupada todo el tiempo que estuviera allí.

Entrenándose a sí misma, entrenando a los guerreros, supervisando a los guerreros, elaborando su propio horario de entrenamiento y manteniéndose alejada de Farley.

Sabía que no iba a rechazar el trabajo, estaba yendo como un Alfa en funciones, le encantaría eso. Estar allí dándose aires de superioridad sobre los hombres.

Distribuir las órdenes y esperar que todos hagan lo que él les decía.

Aunque eso le sacaba una sonrisa, a todos menos a ella y a su unidad. Estaba a cargo. August así se lo había dicho, y ella podía castigar a ese hombre a su antojo. Ese ex suyo intentando tocarla de manera inapropiada una vez, y ella le estaba poniendo esposas de plata y lanzándolo a las celdas de esa manada. Si es que no tenían un poste de avergonzamiento.

Los tenían aquí en Nightshade, cuatro para ser exactos, pero August prefería los marcadores de infracciones en lugar de los postes de avergonzamiento.

Mentalmente se comunicó con su unidad y les dijo que empacaran todo y estuvieran listos para dejar la manada en búsqueda de ayuda aliada. Todos iban a salir en cuestión de horas, con equipaje pesado; podrían estar fuera por unas semanas o un mes o más. Besen a sus parejas si las tienen y abracen a sus cachorros. Estar frente a la casa de la manada y listos a la 1 pm.

Su padre solo la miró y suspiró, él comprendía que ella quisiera quedarse en la manada durante la primavera y el verano, era mucho más seguro para ella y para las necesidades que tenía cuando surgían. Tenía un puñado de lobos en esta manada para satisfacer sus necesidades cuando surgían. No hacía eso con nadie de su unidad.

No sabía qué cincuenta guerreros iba a asignarle el Alfa August, y no pensaba ir a preguntárselo de forma específica. Nunca había explicado esa necesidad a nadie fuera de sus cuatro personas más cercanas, su unidad directa; ellos tenían que saberlo, su padre lo entendía, era parte de lo que eran. Le dijo que en realidad era normal para una cambiante híbrida oso. La suya era un poco diferente a una cambiante oso completa debido a su condición de híbrida. Pero aún había similitudes.

La abrazó una vez que estuvo empacada y le susurró al oído:

—Solo elige a uno bueno y fuerte para hacer el trabajo. No pienses en ello, no significa nada hasta que uno esté apareado.

Ella solo asintió y suspiró, no significaba nada. No había tenido ese problema hasta que había olido a Farley y, según su padre, solo comenzaba una vez que se detectaba el olor de tu compañero de vida, aunque continuaba siempre a partir de ese momento.

Se paró frente a la casa de empaquetado con su unidad y una caravana de autos. August solo compraba Ram Warlock V8 Hemi Crew Cabs. Todos eran del mismo color, Crystal Granite, ella se apoyaba contra el que le correspondía. Podía ver el BMW X4 rojo brillante de Farley al frente de la fila. Él siempre tenía que tener un auto que destacara del resto de la manada.

Él estaba apoyado en él con sus gafas de sol puestas, sonriendo hacia la loba que se inclinaba hacia él, dejándola tocarlo por todas partes, luciendo como el idiota que era. Él aún no la había visto, estaba demasiado ocupado manoseando a esa loba. Solo era malo con ella, no con nadie más.

Ella supo en el momento en que él la vio, cuando se alejó de la Ram, para saludar a August cuando bajaba los escalones frontales, lo vio acercarse a ella.

—¿Qué demonios haces aquí? —Le disparó directo.

Parecía que August todavía no le había dicho que ella se iba. Leigh le sonrió, completamente divertida.

—Voy como la entrenadora.

—¡Ni de broma! Soy el Alfa de esta misión, y no vas a venir conmigo.

—¿De verdad? Tal vez quieras verificar eso con tu verdadero Alfa.

—Basta ustedes dos.

Era August.

—Muévete Farley, vuelve a tu auto. Leigh va, es mi entrenadora de élite para guerreros. La he puesto a cargo de entrenar a los hombres del Alfa Micheal.

—¿Qué? —Farley jadeó, volteando para mirar a August.

—Ella —señaló a Leigh —, ¿a cargo?"

—Sí.

—No puedes estar jodiéndome. Dijiste que yo estaba a cargo.

—Lo dije, a cargo de los 50 guerreros que llevabas. Leigh aquí está a cargo de su unidad, los 20 van.

—Y si tenemos que entrar en batalla?—Farley dijo con rabia.

—Tú estarás a cargo de tus hombres y ella de los suyos. Simple y fácil. También no habrá discusión conmigo al respecto, Farley...oh, había una cosa más que tenía que decirte, ¿qué era eso ahora... —él se paró como pensando, y Leigh vio que eso llamó la atención de todos aquí esperando.

—Si Micheal te denuncia por acosar a Leigh, se llevará a cabo ese castigo. Entra en tu coche y vete —dijo Augusto, mirándolo fijamente.

Leigh no dijo realmente nada mientras Farley se levantaba y la miraba fijamente,

—Oh, y Farley, Leigh sabe todo sobre el castigo que se aplicará. Ella tiene el derecho de castigarte si considera justo por romper las reglas. Puede llamar y reportar tu comportamiento a mí misma, y lo confirmaré con el Alfa Micheal. Así que cuídate y comportate, o perderás rango en cuanto llegues a casa —anunció para que todos lo escucharan.

Farley la miró fijamente y luego simplemente se giró y se alejó caminando hacia su coche, entró y se alejó a toda velocidad de la casa de la manada. Augusto la miró.

—Por favor, pórtense bien.

—Eso no depende de mí, siempre me porto bien hasta que no puedo —declaró y se subió a su coche.

Chrissy saltó al camión y negó con la cabeza.

—Tengo la sensación de que las próximas semanas van a ser muy largas.

—Yo también —suspiró Leigh y se marcharon.