—¿Podríamos jugar al fútbol?— Michel sugiere mientras inclina la cabeza hacia un lado.
—¿Adentro? —pregunta Daisy y frunce el ceño—. Michael y Matthew me matarían si rompo algo.
Michel echa la cabeza hacia atrás y se ríe.
—No es que no puedan comprar uno nuevo o algo así. Soy un desastre, siempre estoy rompiendo cosas, ya sea en casa o saliendo a comer. Puedo decir que Daniel se molesta, pero me quiere demasiado como para deshacerse de mí.
Daisy solo niega con la cabeza y sonríe. Ha estado pasando el día con Michel desde que los gemelos y Daniel se fueron a la oficina a trabajar. Dijeron que estarían en casa para la hora de la cena, como suele ser cuando son los tres. No es muy divertido para Daisy ni para Michel, ya que no hay mucho que hacer. Aparte de una piscina cubierta, todo lo q
