Una gran mano suaviza el cabello de Daisy y ella inmediatamente empuja algunos mechones fuera de su rostro.
—¿Qué tal si tú y Michel se toman un tiempo para conocerse mientras Mike y yo ponemos al día a Daniel?— sugiere Matthew suavemente en su cabello antes de darle un beso en la cabeza. —Puedes llevarlo a su habitación y ayudarlo a desempacar.
Daisy asiente mientras inhala el aroma de Matthew una última vez antes de alejarse.
Daisy duda en soltar la camisa de Matthew mientras cruza hacia la puerta y recoge una de las dos maletas. Solo puede suponer que pertenece a Daniel, ya que tendría más sentido que Michel ya estuviera sosteniendo la suya. Toma la maleta negra y hace un gesto a Michel para que la siga mientras camina de regreso a la habitación en la que ha estado durmiendo desde
